Dubai Ports World no pudo poner los pies en puertos estadounidenses
 
  dubai ports world puertos peru prochilenos El presidente de Estados Unidos, George Bush, estuvo realizando una campaña en favor de la inversión de Dubai Ports en puertos norteamericanos, Bush intentaba que la compañía de los Emiratos Árabes Unidos (país aliado de Estados Unidos) tenga el control de seis de los principales puertos de su país.  

Las pretensiones de Bush sufrieron una estruendosa derrota en marzo del 2006, pues, no obstante los insistentes lobbies, el congreso norteamericano finalmente vetó dicha inversión, argumentando razones de seguridad. La decisión del congreso fue aplastante, inclusive cuando Bush, en esa fecha, tenía mayoría republicana en el congreso.

 

Estados Unidos es el país promotor de la globalización, del capitalismo, de las inversiones, sin embargo, se vio obligado a tomar esa decisión por considerar a las inversiones en puertos como asunto estratégico.
No obstante, Estados Unidos no tiene inconveniente en aceptar en esos rubros al Reino Unido. Sabido es que el Reino Unido se ha caracterizado por ser un aliado de Estados Unidos, relación que se ha visto profundizada en los últimos años, al punto que casi se han convertido en una caja de resonancia de los Estados Unidos.

Es decir, un país aliado incondicional y anglosajón puede invertir en Estados Unidos, pero otro, no obstante ser aliado, como los Emiratos Árabes Unidos. Los Emiratos Árabes Unidos no son un país hostil a los Estados Unidos, sin embargo existen suspicacias por una relación lejana e indirecta con grupos nacionalistas árabes. Por lo tanto, ese precedente ha bastado para que el congreso norteamericano tome la decisión de prohibir que inviertan en su país.

Si una potencia como Estados Unidos niega una inversión millonaria sólo por tratarse de un país que guarda cierta relación con el mundo árabe, entonces, ¿por qué nosotros tenemos que aceptar que los chilenos controlen el 75% de las actividades portuarias en nuestro país? El agravante es que Chile, aparte del despojo territorial de 1879, usurpa nuestro mar territorial, roba nuestra historia, nuestra tradición, nuestros recursos: el pisco, la chirimoya, la chalaca, etc.

La reacción de los legisladores estadounidenses debería llevarnos a reflexionar muy seriamente sobre nuestra situación.