En lugar de preocuparse por asuntos afines a la preparación que recibieron, como la usurpación del triángulo de Tacna por parte de Chile, o de retirar el infame busto del hampón chileno Arturo Prat, que fue ultimado intentando asesinar al héroe Miguel Grau, colocada en la escuela naval durante el gobierno de Alan García, un grupo de exmilitares se ha dedicado a realizar grotesca apología de los argumentos Keiko Fujimori, la cabecilla de organización criminal, según la Fiscalía, con los cuales está guerreando contra la democracia y las leyes para desconocer el triunfo del virtual presidente Pedro Castillo.

 

keiko fujimori cara diablo

 

La misiva revela la miseria moral, cívica y de valores democráticos de estos exmilitares, sin lugar a dudas, debido a una formación deficiente en estos aspectos, lo cual plantea un muy necesario replanteamiento de la educación militar.

Una carta firmada por estos exmilitares ha sido dirigida a los altos mandos militares en actividad de las tres fuerzas armadas y muestra un triste espectáculo de la calidad de los exmilitares.

1. Señalan su “…más profunda preocupación por la amenaza que se cierne contra la estabilidad democrática del país, principalmente como consecuencia de la forma en que se ha desarrollado el proceso electoral…”. Siguen: “…uno de los partidos en contienda, así como diversos sectores de la sociedad civil y periodistas, han denunciado públicamente la ejecución de un presunto fraude sistemático en el proceso electoral, al haber encontrado y recibido denuncias sobre actas electorales con serios cuestionamientos, como fimas falsas, adulteraciones, inconsistencias, etc. Y además de haber cuestionado a la Oficina de Procesos Electorales (ONPE) por presuntas actitudes deshonestas en perjuicio de la transparencia y probidad que debe regir su proceder institucional en una contienda electoral nacional.”

Basándose en denuncias sin pruebas y cuestionamientos ellos ya dan por hecho que hay amenaza y presunto fraude, sin embargo, no recogen las múltiples denuncias de presuntos hechos irregulares contra Perú Libre perpetrados por el fujimorismo en las elecciones.

En el caso de las actas con pedido de nulidad, la mayor parte corresponde a alegatos de firmas falsas, pero se está demostrando que son difamaciones, pues una a una están saliendo las personas aludidas a reconocer su firma. Eso no quieren mencionar.

Otras actas presentan errores en la sumatoria y otros, pero eso no es fraude, son errores que en sucesivas elecciones tienen una forma uniforme de ser evaluados por la ONPE y el JNE y así se está procediendo esta vez.

Ellos se tapan los ojos a la parcialización de la prensa y pretenden tomar reportes periodísticos sin pruebas como argumentos legales o evidencias, lo cual es una gran aberración.

2. Añaden que si el JNE desestima las denuncias contra las actas “observadas y supuestamente maniobradas irregularmente por funcionarios de la ONPE, y como consecuencia de ello determina un ganador de la segunda vuetla obviando sus funciones y responsabilidades, tendríamos un presidente ilegal e ilegítimamente proclamado, por ser consecuencia de un delito cometido por parte de los actores electorales”.

Esta afirmación es grotesca, cavernícola, prepotente y carente de sustento jurídico, pues pretenden que las actas materia de controversia se procesen según lo que ellos quieren y no en estricto cumplimiento de las leyes electorales y la Constitución.

Desestimar las actas corresponde al JNE y no al capricho de exmiltares. El JNE debe proceder en apego a la ley, no prevaricando como los exmilitares pretenden.

El principio de predictibilidad es fundamental en el derecho electoral internacional, es decir el concerse con anticipación las reglas, que incluyen horarios de admisión de solicitudes, por tanto toda solicitud extemporánea es improcedente, de admitirse los magistrados del JNE estarían prevaricando y estos exmilitares piden que prevariquen. Hablan contra la ilegalidad y exigen ilegalidad. ¡De Ripley!

Los exmilitares no quieren reconocer que la presentación inusual de un alto número de actas corresponde a una maniobra dilatoria de la “señora K”, como se conoce en el hampa judicial a Keiko Fujimori, para retrasar la proclamación del presidente.

Además no saben lo que es un acta “observada”, pues sólo observa la ONPE, no los representantes de los partidos, quienes pueden interponer otra clase de acciones.

Legitimidad. No hay ilegitimidad porque el fujimorismo use a la prensa para gritar fraude y ellos saben que la gran prensa se comportó en esta campaña sin la verdad y con guerra sucia, como en tiempos de Vladimiro Montesinos, quien a los altos mandos militares los obligó vergonzosamente a firmar un acta de sumisión. Cualquier ciudadano pensaría que los exmilitares se dedican a limpiar el honor de lo que sucedió durante la dictadura pero no lo están haciendo, parece que quisieran que regresen esos tiempos.

Fraude no hay, lo que hay son errores que se procesaron según las normas establecidas con anticipación.

3. “Por las razones expuestas, creemos que las Fuerzas Armadas, en defensa del Orden Constitucional, no podrían aceptar a un Jefe Supremo ilegítimamente investido producto de un fraude o por lo menos de irregularidades muy serias y notorias presentadas en este último proceso electoral”.

Aluden al artículo 38 de la Constitución: “Todos los peruanos tienen el deber de honrar al Perú y de proteger los intereses nacionales, así como de respetar, cumplir y defender la Constitución y el Ordenamiento Jurídico de la Nación, y el 46: “Nadie debe obediencia a un gobierno usurpador, ni a quienes asumen funciones públicas en violación de la Constitución y de las Leyes. La población civil tiene el derecho de insurgencia en defensa del Orden Constitucional. Son nulos los actos de quienes usurpan funciones públicas”.

 

También el 169, que señala las FF. AA. están subordinadas al Poder Constitucional, en consecuencia, estas instituciones se deben primordialmente al Orden Constitucional, y “ulteriormente al gobierno de turno, razón por la cual resulta inadmisible, por ser inconstituciona, que Altas Autoridades del gobierno, con un escrutinio inconcluso, hayan supuestamente tomad parte a favor de uno de los candidatos condicionando inclusive al Congreso de la República para la no elección de nuevos integrantes del Tribunal Constitucional; actuación inaceptable por la ciudadanía y las Fuerzas Armadas de la Nación”.

Esta incitación al golpe a los altos mandos militares en actividad o desconocimiento de un mandatario electo constituiría delito, que tendrá que dilucidar la Fiscalía.

4. Finalemente, invocan a los altos Mandos militares a acatar “rigurosamente” el mencionado artículo 38 de la Constitución exigiendo se cumpla el ordenamiento jurídico de la Nación, subsanando las irregularidades demostradas, para evitar que la máxima autoridad del país sea designada de manera ilegal e ilegítima como consecuencia de un delito. De lo contrario, según el Art. 46 de la Constitución, “las FF. AA. tendrían el derecho a la no obediencia y por tanto a desconocer como Presidente al Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional a una persona que haya sido nombrada violando la Constitución y las Leyes de nuestro país, pudiendo recurrir al Congreso de la República para un solución democrática y de acuerdo a Ley.

Es más de lo señalado en el punto 2.

¿Está Mario Vargas Llosa detrás de este novelón?

Mario Vargas Llosa está muy herido en su soberbia por la derrota de su defendida Keiko Fujimori y como mencionamos anteriormente, busca venganza irracional. Él ya estaba hablando de golpe si gana Castillo. No sería raro que esté detrás de este escrito.