yanacocha 2Caos y atraso en zona de minera Yanacocha

Por Pedro Francke

El camino

Domingo pasado. Salí de Bambamarca esperando que la combi nos lleve a Cajamarca en dos horas. El camino, que suele ser de tierra pero que en esta temporada es de barro, estaba cerrado media hora des­pués de partir. Una larga fila de combis y camiones esperaba. Había ocurrido un deslizamiento que interrumpió la vía, algo que ocurre seguido en estos meses porque, como hay obras, el terreno está removido y cualquier lluvia se lo trae abajo. Dijeron que iban a llamar a un maquinista para que usara el cargador frontal y abriera el paso. Había que esperar.

Pasó media hora. Decidimos con el cho­fer dar media vuelta y usar otra ruta. Pero no pudimos: un camión parado más abajo bloqueaba la carretera, adrede, con el fin de asegurar más presión social para que hi­cieran llegar las máquinas. Esperar no más. Pasó otra hora. Paciencia.

Finalmente sucedió. Apareció el maqui­nista. Seis horas después de salir de Bambamarca, a apenas 68 kilómetros de dis­tancia, llegué a Cajamarca. Google dice que se demora menos de una hora en hacer el trayecto. Quizás si fuera pista. Este camino es considerado “vía nacional”, manejado centralistamente desde el gobierno de Alan García, el consentido del Poder Judicial.

El chofer nos cobró 50 por ciento de re­cargo. En eso sí hubo cierta justicia.

¡Viva la inclusión social!

Las huellas

Viajaba luego de asistir a un congreso del Frente Amplio. En el local llamado de “Asistencia Social”, en Bambamarca, los baños eran “de huellas”. ¿Así se dice?, pregunta mi hija. No lo sé, así les digo yo, sólo sé qué hacía tiempo no iba a un baño sin inodoro, sólo un hueco en el piso con dos marcas en forma de planta de pie, para acuclillarse y hacer aquello que no puede postergarse de­masiado. Luego, agarrar su baldecito para echarle un poco de agua, porque no hay co­nexión de cañerías.

Por cierto, Bambamarca no es un centro poblado pequeño. Es capital de provincia cercana a la capital departamental. Salien­do de Cajamarca, por esta ruta debe irse para llegar al centro y norte del departa­mento, a Chota, Cutervo, Jaén y San Ignacio y también para ir a Bagua, Chachapoyas y Tarapoto. Pero los caminos son tan malos, que la vía preferida para llegar hasta allá es bajar hasta Chiclayo y volver a cruzar la sie­rra por Jaén. Doy fe que demora algo de 12 horas. Toda una vuelta.

¡Palmas para el crecimiento económico logrado gracias a veinte años de Yanacocha!

La información

No hay nada nuevo en lo que les cuento. Pero pienso que eso mismo es una novedad. Hay mucha gente de Lima y la costa que cree que el Perú se ha transformado, que ya hay pistas por todos lados, que de verdad Alan García hizo Agua para Todos y que ya la pobreza es un mal recuerdo. Demasiado Perú.21, muchas felicidades con Correo, diariamente caras lozanas (y mariquitas) en Combate*.

Quizás por eso empie­zo mi curso de Pobreza y Políticas Sociales en la universidad con un trabajo simple: vayan y miren. Hablen con una familia pobre. Entren a una posta de salud del Minsa, ingresen a un colegio y vean su baño. Ya luego teorizaremos, analizaremos, discutire­mos. Primero huelan, toquen, vean, sientan.

Pero las cosas no es­tán inmóviles. De Cuter­vo a Chota viajé con uno de los dirigentes de Tie­rra y Libertad que tiene una tienda de celulares y me cuenta que estos aparatos salen como cancha para jóvenes de comunidades y distritos alejados que quie­ren ver su Facebook. Mucho móvil. Nuevas formas de conectarse, de saber y de ver el mundo. Si antes la incomunicación era mu­tua, ahora es sólo la ciudad la que ignora el campo, porque el campo mira lo que pasa en la ciudad todos los días.

¡Viva la libertad de expresión!

Las economías

Ese mismo día tuve una larga conversa­ción con Óscar Sánchez, precandidato a la alcaldía de Chota por el Frente Amplio. Los ca­minos rurales permiten eso: horas de camino se hacen más fáciles si las conversamos. Hablamos de cómo mejorar la economía campesina.

Hablamos de las po­sibilidades del riego tecnificado. Hay proyectos exitosos que en base a sistemas simples captan el agua y luego la usan por aspersión, regando pastos mejorados de tal manera que las vacas pueden producir de 4 a 10 veces más leche. Si se le suman algo de horta­lizas y sistemas de agua potable, la desnutrición cae y la calidad de vida da un salto. Estos proyectos, conocidos ya por más de una década, recién empiezan a llegar a nuestra sierra norte.

Pero si estas tecnologías simples permi­ten dar un salto, es necesario poner en mar­cha un mecanismo que posibilite mejoras continuas. Hay otros proyectos que sí han logrado eso en base a concursos de miniproyectos económicos con participación de co­munidades y municipios, que luego se apo­yan con asistencia técnica a gusto del cliente y un poco de capital ganadero o físico.

A esto hay que añadir el apoyo a redes económicas de microproductores de mayor envergadura, como los referidos al turismo, el café y demás productos orgánicos o a la agroindustria, como podría ser en Cajamar­ca, la de los quesos. En el caso de los caminos y el agua potable, hoy ya existe buen conocimiento sobre cómo lograr progreso económico en zonas rurales. Pero todavía no pasa de un proyecto piloto olvidado que se vuelve a probar una y otra vez.

¡Viva el crecimiento económico!

La entrevista

Ollanta Humala habla. Hace su propio ba­lance de gobierno. Repite las monsergas so­bre lo malo que es el salario mínimo. Una vez más trata de convencemos de que la inclusión se logra con sus programas sociales. Nueva­mente reniega de su pasado como candidato, cuando dijo que el agua era más importante que el oro. Insiste en que los problemas de la minería en Cajamarca sean resueltos por las empresas y no por la acción pública.

Quizás si Ollanta hiciera el viaje de Ca­jamarca a Bambamarca. Si volviera a usar un baño de huellas. Si hablara con la gente. Pero ya parece demasiado tarde.

Hildebrandt en sus trece, Lima 04-04-2014

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* Programa del canal 9 de televisión de Lima que, para embrutecer a la niñez y juventud, diariamente presenta a señoritos y señoritas blancoides de bajo nivel inbtelectual compitiendo en diversos juegos. [Nota de Con nuestro Perú.]

 

 

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