Rafael Rey |
Nuestro olfato no falla, algo huele muy mal en la pesca
Mientras para los cholos promueven el consumo de anchoveta, pez nutritivo, pero laborioso de preparar, debido a su tamaño y espinas, el sabroso atún escapa a mesas extranjeras, donde sus filetes alcanzarán otros paladares y engordarán otros bolsillos.
Habíamos señalado el otorgamiento ―contra toda lógica― de beneficios tributarios para la pesca del atún, especie en peligro de extinción, para lucro de grupos como los chilenos de Austral.
El diario La Primera, en su edición del 5 de febrero, parece corroborar que algo huele mal por allí. Reproducimos un texto, no hace falta ser genio para entrever ciertas movidas:
Hasta ahora no nos explicamos cómo hizo Rafael Rey para viajar a Ecuador pagando la tarifa Corpac y no tomar un avión, según lo indicaba la Resolución Suprema de viaje. Las malas lenguas dicen que habría utilizado el avión privado de un alto empresario pesquero. De ser cierto sería poco ético. El que calla otorga.
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