En el diario El Universal de México del 17 abril, con título “En defensa de la abogacía colegiada”, se lee en el artículo de Víctor Oléa Peláez:

 

La gran mayoría de las y los barristas a diario luchamos para prepararnos mejor y con actitud ética-  de la que claramente adolece el oscuro personaje – para mejorar a nuestro atribulado país; y no, no somos irrelevantes, somos un Colegio de la abogacía muy reconocido a nivel nacional e internacional, respetado y respetable.

Comentario

1) Por su cercanía con los Estados Unidos, en México se emplean muchos barbarismos (anglicismos), que deberían ser evitados por lo menos en el habla culta, como es el caso del sustantivo “barristas” como sinónimo de abogados, que es un calco del inglés barrister, calco que además no ha captado el significado preciso de la palabra inglesa, pues no todos los abogados son barrister, sino aquellos que son litigantes y se presentan a argumentar en las cortes (en el párrafo se refieren a los abogados en general, no a los litigantes). Pero el barbarismo ha calado en México, pues incluso los abogados, en lugar de decir asociación, colegio, sociedad de abogados, dicen “barra de abogados”.

2) Las intercalaciones se escriben con raya:  — y no con guión: -.

3) Es incorrecto decir “las y los barristas”, pues el artículo los incluye a ambos sexos.

4) El autor incurre en impropiedad léxica al emplear el verbo adolecer. Se adolece de algún mal, no de algo bueno o deseable como es la ética. Si algo bueno falta, entonces se carece de ello.

 

Podríamos decir:

La gran mayoría de los abogados a diario luchamos para prepararnos mejor y con actitud ética  —de la que claramente carece el oscuro personaje— para mejorar a nuestro atribulado país; y no, no somos irrelevantes, somos un Colegio de la abogacía muy reconocido a nivel nacional e internacional, respetado y respetable.