Israel regaló a Nauru una planta de tratamiento de aguas residuales para conseguir el voto de la pequeña isla Pacífica en la Asamblea General de Naciones Unidas (AGNU) contra una resolución que rechazaba la decisión de EE.UU. sobre Al-Quds.
Nauru, un pequeño país insular en Micronesia, al noreste de Australia, recibió este regalo dos semanas antes de que se debatiera en la AGNU la decisión de Washington anunciada por el presidente Donald Trump para reconocer la ciudad palestina de Al-Quds (Jerusalén) como “capital” israelí, según ha informado este jueves el medio israelí Ynet.
Sin embargo, a pesar de esta donación que le costó al régimen de Tel Aviv más de 60.000 euros (unos 71.997 dólares), la AGNU aprobó el pasado 21 de diciembre, con 128 votos a favor, la referida resolución.
La fuente señala asimismo, que el comité de licitaciones de la cancillería de Israel aprobó la compra de la planta sin concurso, pues, la pequeña isla de 21 kilómetros cuadrados aún tiene voto en la ONU equivalente al de Estados Unidos, Rusia, China o de otras grandes potencias mundiales, destaca Ynet.
Al ser preguntado sobre la decisión de haber aprobado la compra sin licitación, el referido comité explica que el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, atendió a la solicitud de un amigo de Israel.
“Nauru es la nación independiente más pequeña en relación a su población y territorio. Mantiene lazos cercanos con Israel. El presidente de Nauru (Baron Waqa) solicitó al primer ministro recibir ayuda en forma de una planta de tratamiento de aguas residuales para las necesidades particulares de la isla”, ha justificado el comité de licitaciones de la cancillería de Israel.
Nauru, con 11.359 habitantes, ya había votado en varias ocasiones a favor del régimen de Israel y en contra de Palestina a la hora de abordar importantes resoluciones debatidas en las Naciones Unidas.
El canal 2 de la televisión israelí por su parte, anunció el miércoles que Netanyahu contempla donar 50 millones de dólares a ciertos países emergentes, desde África hasta América Latina, para “persuadirlos” a votar a favor de Israel en las Naciones Unidas.