VRAE: Realidad educativa
Por Alfredo Palacios Dongo
Actualmente uno de los problemas más complejos en nuestro país es la mala calidad del sistema educativo, agravándose en la zona del Valle del Río Apurímac-Ene (Vrae). En esta convulsionada zona que abarca 34,000 km2 muchos profesores están renunciando a sus cargos, especialmente en las poblaciones en estado de emergencia y aquellas en tránsito para el traslado de droga, unos por temor, y otros por las reducidas bonificaciones (entre S/. 140 y S/. 180) que no les cubre sus traslados por muchas horas en bus, auto, lancha y grandes caminatas para llegar a sus planteles, situación que no garantiza la continuidad de las clases.
Un grave problema en el Vrae es la educación intercultural bilingüe
En las márgenes del río Ene, según la directora de la Unidad de Gestión Educativa (UGE) de Río Tambo, Junín, actualmente no se inician las clases ya que 12 profesores abandonaron sus puestos y otros 8 renunciaron; asimismo, en San Martín de Pangoa y Nueva Esperanza, según su alcalde distrital, acaban de renunciar 11 profesores; también en Pichari, Cusco, los docentes tomaron los locales de Coordinación de Educación y están en huelga por incumplimiento en sus pagos.
Otro grave problema en el Vrae es la educación intercultural bilingüe la cual no cuenta con un plan estratégico. En esta zona existen 340 comunidades nativas de las etnias Machiguengas, Ashánincas y Nomotsiguengas, sin embargo, sus pocos colegios no son considerados de educación bilingüe; la mayoría de maestros no son bilingües por lo que los alumnos comprenden muy poco en clases. Asimismo, prevalece la enseñanza unidocente, con un solo profesor sin la experiencia adecuada para dictar clases a todos los grados. Además, entre los campesinos quechuas existe un elevado porcentaje de analfabetos en el Cusco (La Convención), Ayacucho (La Mar y Huanta), Huancavelica (Tayacaja) y Junín (Satipo).
Bajo este panorama, la realidad educativa en el Vrae presenta abandono y retraso histórico del Estado. Gran porcentaje de colegios no cuentan con electricidad ni agua y desagüe, no existen bibliotecas, laboratorios ni salas de cómputo; muchos niños no asisten al colegio por trabajar en las zonas cocaleras, y de los que asisten, solo un mínimo porcentaje concluye la primaria.
Según el gobierno, destinará 500 becas a jóvenes del Vrae (Programa Beca 18), lo cual obviamente no resolverá esta grave problemática. Sin embargo, la ministra de Educación, Patricia Salas, ha manifestado que se está trabajando en un proyecto educativo especial para los niños del Vrae “buscando que puedan gozar de una buena educación y de un lugar seguro y amable, en donde puedan educarse y alcanzar un buen futuro en el lugar donde viven”. Realmente un “asombroso” proyecto que ojalá no se convierta en otra de tantas promesas incumplidas; la ministra debería explicar a la ciudadanía en que consiste y cuando, como, y con qué recursos va a ser implementado.
Expreso, Lima 12-05-2012
Artículos relacionados
Evaluación de la educación con resultados desafortunados
Minería impide la educación de calidad
Textos escolares: Megafaenón con engaño y daño
¡Infamia contra escolares al descubierto! Niños reciben veneno chileno
Crecen las brechas entre los niños peruanos ricos y pobres