Enfermedades ya erradicadas están volviendo a aparecer en zonas donde no solían localizarse geográficamente, o con nuevas características.
El fenómeno es repasado en una entrevista con el servicio de salud de la agencia española de noticias Europa Press por el jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas del madrileño Hospital La Paz-Carlos III, José Ramón Arribas, que trata de infundir tranquilidad explicando que no todas las enfermedades infecciosas de alto riesgo son mortales para el hombre.
Entre las letales para el ser humano, el doctor señala la causada por el tristemente célebre virus del Ébola, que a su juicio ilustra cómo los sistemas sanitarios deben estar alerta frente a posibles contagios para evitar la propagación de una epidemia. Hace un año se anunció la primera vacuna que podría tener una eficacia total frente a esta enfermedad.
Las enfermedades infecciosas más peligrosas “se caracterizan por ser producidas por un virus de alta letalidad, además de generar en el ser humano un cuadro muy grave. No hay tratamiento eficaz para ellas y representan un peligro para la salud pública”, alerta Arribas, a quien preocupa que este tipo de males sea tan contagioso que pueda suponer un riesgo para el personal sanitario.
Entre los virus que han atraído la atención de los expertos en los últimos años están los coronavirus, en particular el que en 2013 comenzó a causar muertes en Arabia Saudí, que dos años más tarde dio lugar a un brote letal en Corea del Sur, pero también la gripe, extendida por todo el planeta y que siega vidas año tras año.
Otros brotes infecciosos reseñables son para el doctor español los casos de fiebre de Lassa, un virus que en 2016 ocasionó dos brotes en Nigeria y Benín, y del que actualmente hay un brote activo en Nigeria. También, la enfermedad del virus del Nilo Occidental, referenciado desde 1937 y extendido por todos los continentes, incluida América.
Algunas enfermedades emergentes son de alto riesgo pero no mortales, como el zika, afirma Arribas, que a continuación detalla que este tipo de males requiere a menudo unidades de biocontención para que los afectados no salgan de la zona de difusión del virus para evitarse una epidemia.
En la propagación no constatada antes de ciertas enfermedades, indica el médico, intervienen factores “muy complejos”, en particular en el caso de los virus zoonóticos, que pasan al ser humano desde otras especies animales, en ocasiones por la deforestación y la extensión de la población humana a espacios y zonas boscosas antes inaccesibles. “Son especialmente los que se transmiten por artrópodos, como mosquitos o garrapatas. Son muy peligrosos”, advierte Arribas.
Hispantv, 10.12.2017
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