La palabrería, la terminología, el “floro” de las relaciones Chile-Perú se entiende con expresiones que sirven de disfraz a los conceptos “dominación chilena” y “hegemonía chilena”; entre estas palabras de camuflaje tenemos “medidas de confianza”, "confianza mutua", “integración”, “agenda de futuro”, “complementación”, “miremos juntos el futuro”, “Chile y Perú se necesitan", entre otros disparates.
Todos sabemos que para sobrevivir Chile necesita de la posición geográfica del Perú, y de los recursos humanos, naturales y económicos de nuestra patria. No es cierto que Chile y Perú "se necesiten"; es Chile garrapata quien necesita del Perú para compensar la falta de tierras y riquezas naturales que caracteriza al país del sur.
Los chilenos parásitos han logrado que las relaciones y la comunicación Chile-Perú se desenvuelvan en este campo conceptual. Por supuesto que los políticos, diplomáticos, militares y empresarios peruanos saben cuál es la realidad que está debajo de esas palabras, pero entran en el juego porque actuar traicionando al pueblo peruano les produce jugosos beneficios, lo cual es posible porque en la falsa democracia que existe en el Perú no se consulta al pueblo peruano sobre el hecho mismo de tener intercambio comercial con Chile1 o si cerrar o no la frontera.
La corrupta aquiescencia de políticos y diplomáticos peruanos parte del convencimiento de que la sangre peruana derramada en la guerra vale muy poco (casi nada) y que, consecuentemente, por esa insignificancia no vale la pena poner en peligro la dominación de los terroristas chilenos en el Perú.
Chilenos a la ofensiva
Demostrando que Chile está seguro del efecto de sus coimas, diversos personajes chilenos elogian el clima de “confianza mutua” que pone el destino del Perú en manos del enemigo Chile.
En declaraciones que Andina publica hoy 19 de mayo Óscar Izurieta, ministro de Defensa de Chile, ha dicho: “Hay un escenario de confianza mutua previo, y hay un compromiso formal y reiterado muchas veces por ambos gobiernos de acatar el fallo [que se espera sea emitido a mediados de este año]”.
Así que el señor Izurieta habla de "confianza mutua"... ¡qué gracioso y qué sinvergüenza!, ¡los chilenos nos han robado Arica, Tarapacá y las cuatro hectáreas de Tacna con su mar y debemos tener "confianza" en esos rateros! Y como con esos robos territoriales se han ganado la confianza del Perú, y como con los asesinatos de miles de peruanos se han ganado nuestra confianza, debemos premiarlos manteniéndolos con el intercambio comercial, gracias al cual Chile se salva de ser una garrapata seca que se la lleva el viento.
Para los históricos ladrones y asesinos chilenos es no solamente importante sino vital establecerse parasitariamente en el norte (para ellos Perú), con la finalidad de concretar su hegemonía en esta zona del Pacífico2 que debería ser de dominio exclusivo del Perú; por eso Óscar Izurieta no menciona el robo chileno de las cuatro hectáreas de Tacna, que de puro miedo aceptan los militares peruanos. O sea que ese robo no es un problema para que los chilenos sigan entrando al Perú.
Sobre los encuentros “2 + 2” ha declarado: “Hay un avance significativo de encuentros bilaterales que nos parecen importantes, y en cada uno de esos encuentros se toman acuerdos en función de buscar cooperación y evitar malos entendidos”. Cuando habla de “acuerdos”, Izurieta —ministro de Defensa— tiene en cuenta y no olvida que Chile ha obligado al Perú a aceptar que militares chilenos vencedores capacitarán a los derrotistas militares peruanos3, empezando por adoctrinarlos en los siguientes tres mandamientos:
1) el robo territorial de Arica y Tarapacá que Chile perpetró es totalmente correcto y compatible con el derecho internacional, por lo que corresponde a los peruanos el respeto sagrado de la usurpación territorial chilena; 2) la recuperación de Arica y Tarapacá —y ahora del Triángulo de Tacna— sería una violación monstruosa del derecho internacional y una terrible alteración de la paz y buena vecindad; 3) mejor es vivir derrotado y perdedor que morir ofendiendo a Chile.
Izurieta no es el único buitre
Esto es muy malo, pero debemos saber que Óscar Izurieta no es el único sinvergüenza que se lanza sobre el Perú corrupto y derrotado. También se suma al festín el chileno Marco Enríquez-Ominami, que es candidato presidencial y —como Óscar Izurieta y otros rateros— calla en lo referente al robo de las cuatro hectáreas de Tacna y da por sentado que el Perú derrotado y capitulador está obligado a aceptar la colonización económica de Chile. El 14 de mayo Enríquez-Ominami declaró a Andina:
“Se requiere una agenda sobre el capital humano y el problema migratorio, así como sobre el capital público, con empresas públicas que coordinen más, y sobre el capital privado”, frase en que “problema migratorio” alude al pacto que políticos y empresarios corruptos peruanos, traficando con el recurso humano tal como lo hacen con nuestras riquezas naturales, han acordado con Chile para traspasar al país enemigo cientos de miles de peruanos4 a quienes no pueden o no quieren dar empleo en el Perú, por lo cual los lanzan a mendigar trabajo en Chile.
Siempre según Andina, el chileno “sostuvo que ambas naciones son hermanas y enfrentan necesidades y desafíos comunes en sectores energético y minero que pueden ser abordados a futuro de manera conjunta”. ¿Cómo se puede hablar de resolver el problema energético "de manera conjunta", si Chile no tiene hidrocarburos? ¡El problema es de Chile, no tenemos por qué cargar con esa basura! Evidentemente, el plan chileno es colgarse de los recursos energéticos peruanos. Cuando este chileno Marco Enríquez-Ominami, socapador de robos y asesinatos, se refiere al sector energético lo hace como portavoz de la estrategia en marcha del ejército chileno5, que reparte sobornos a políticos, empresarios y diplomáticos peruanos para que en el sur del Perú se instalen centrales eléctricas que produzcan más energía que la que necesita el sur peruano, y así se pueda vender el excedente al norte chileno y a Codelco.
Como muestra de sensibilidad social (por Chile), Enríquez-Ominami ve con satisfacción que las mejores tierras agrícolas6 del Perú estén en manos de Chile, que recompensará dando trabajo a los peones peruanos muertos de hambre que en esta su patria no tienen derecho a la tierra.
La radioemisora limeña RPP concedió a Enríquez-Ominami una interminable entrevista para que pontifique sobre las relaciones entre el Perú y Chile, como si latrocinio por medio el Perú debería ser amistoso y entreguista con Chile, país ladrón de nuestro territorio y asesino de miles de peruanos. El desvergonzado ignorantón chileno comparaba torpemente la situación del Perú y Chile con la de Francia y Alemania (ver ¿Qué pasa con Marco Aurelio Denegri?), proponiendo mayor integración (léase dominación chilena) y que cerremos los ojos ante los latrocinios chilenos.
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1 El comercio del sur peruano con Chile beneficia al país enemigo y perjudica al Perú, porque disminuimos la exportación a Bolivia, Argentina y Brasil (Mercosur). Leer Cómo Chile controla la política peruana y a los políticos peruanos para comprender cómo Chile dirige la política del Perú.
2 Leer Lumpen periférico: Chile al acecho, La controversia de La Haya vista por estrategas chilenos, Vergonzosa claudicación del gobierno: Chile pasa a controlar el mar peruano y bloquea investigación científica del Perú y Error geopolítico: Alianza del Pacífico, trampa chilena para colonizar el Perú.
3 Leer Resultado de reunión “2 + 2”: Empieza control chileno de la fuerza armada del Perú.
4 Estos compatriotas, que en Chile ganan más que en el Perú, se convierten en consumidores no marginales del mercado interno chileno. Por eso la meta corrupta es llegar a colocar 500 mil peruanos en Chile, ya que el modelo económico peruano —por el robo de los políticos y por el saqueo chileno de nuestra economía— solo ofrece salarios miserables y servicios públicos (educación y salud) que son genocidas.
5 Leer Ejército chileno desea quemar gas peruano para su electricidad y Chile, usurpador de mar y tierra peruanos, reclama gas del Perú.
6 Leer Estado chileno adquiere más tierra en el Perú y El Peón de Sipán: Irrigación Olmos es para los chilenos.
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