La Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF) mostró una nueva arma láser, la "long-range blowtorch", tiene la característica de que se pueda negar en forma convincente la autoría de la destrucción que cause, según informa New Scientist.
El Advanced Tactical Laser (ATL) será instalado en un Hércules militar, cuyas primeras pruebas se realizarán en tierra.
El arma, expuesta en la Asociación de Industrias Ópticas de Nuevo México, ha sido descrita por varios especialistas como un arma cuya característica ventajosa es evitar que se identifica el origen del atacante.
Los especialistas no quisieron responder a la revista New Scientist sobre estas características, pero el analista John Pike y el estratega de defensa de Global Security, en Virginia, confirmaron que esta característica es clara.
“El blanco nunca sabría quién le disparó y no habría fragmentos de munición que podrían ser empleados para identificar el origen del ataque”, aseguró Pike.
Los rayos láser son silenciosos e invisibles. Este ATL puede alcanzar con poder destructivo unos 20 kilómetros, dependiendo de las condiciones, lo suficiente para que no se vea a un avión que porte esta arma, especialmente en la noche.
No obstante, todavía no se conoce qué daños podría causar a un vehículo o a una persona, pues no hay antecedentes de un ataque con láser.
El ATL, de 5.5 toneladas, combina moléculas de clorina y peróxido de hidrógeno para liberar energía, la cual a su vez es utilizada para estimular a la iodina para generar radiación infrarroja intensa.
EE. UU. usa el Hércules para un ataques precisos con cañón en vehículos móviles y se proyecta un nuevo grado de exactitud de estos ataques, por ejemplo, disparar a las llantas de un vehículo para inhabilitarlo con seguridad.
Pronto se iniciarán las pruebas de una segunda versión de esta arma, el Airborne Laser, que se espera colocarlo en un Boeing 747 como misil de defensa.