Rusia acusa a Ucrania de ser país ladrón de gas
Después de acusar a Ucrania del latrocinio del gas que pasa por su territorio, Rusia decide retomar negociaciones
Tras el corte de suministro de gas ejecutado por Rusia contra Ucrania, por no pagar la deuda por su consumo de este combustible y negarse a pagar el precio internacional, Ucrania comenzó a sustraer el gas de tránsito a otros países europeos, hecho que fue denunciado por los rusos.
Tras el corte de suministro de gas ejecutado por Rusia contra Ucrania, por no pagar la deuda por su consumo de este combustible y negarse a pagar el precio internacional, Ucrania comenzó a sustraer el gas de tránsito a otros países europeos, hecho que fue denunciado por los rusos.
Cómo el ladrón se sale con la suya
Tras el corte a Ucrania a partir del 31 de diciembre, Rusia aumentó el flujo de gas hacia Alemania y los demás países que consumen su gas, pero como Ucrania comenzó a robarlo. Entonces, al sentir la disminución del volumen de gas que llega a sus países, estos países consumidores emplazaron a Rusia para que solucione sus problemas con Ucrania, porque podrían prescindir del gas ruso.
"Pedimos a Ucrania que se abstenga de estas acciones ilegales y a volver a las negociaciones en Moscú para pactar, de una vez por todas, una transacción por la entrega de gas que sea aceptable para las dos partes", indicó Alexander Medvedev, vicepresidente de la estatal Gazprom.
Rusia había anunciado que demandará a Ucrania por los hechos mientras que Kiev ha advertido de que su conflicto con Moscú amenaza seriamente los suministros a Europa. El presidente de Gazprom, Alexéi Miller, había denunciado que países como Hungría, Eslovaquia, Rumanía, Polonia, los estados bálticos y algunos balcánicos ya "registran sustracciones ilegales de gas en territorio de Ucrania".
Miller anunció que Gazprom presentará una demanda al Tribunal Internacional de Arbitraje de Estocolmo para que éste obligue a Ucrania a "garantizar el libre tránsito del gas ruso a Europa". No obstante, aunque presenten la demanda, ésta demorará, en tanto, los países consumidores del gas ruso pueden decidir prescindir de sus compras a Rusia, ante la baja del volumen que reciben como consecuencia del latrocinio de Ucrania.
Por su parte, en Kiev, Naftogaz niega la sustracción del gas ruso para su consumo y ha acusado a Gazprom de reducir los suministros para los países europeos y de someter a Ucrania a un "chantaje energético".
La compañía se ha mostrado "indignada" por las acusaciones de Gazprom, que "desacreditan a Ucrania a los ojos de Europa", y ha afirmado que tuvo que recurrir a sus propias reservas para compensar el recorte de los suministros rusos.
Pese a todo, Moscú ha propuesto a Ucrania elevar el precio del gas de 179,5 dólares por mil metros cúbicos en 2008 a 250 dólares en 2009, bajo amenaza de venderlo en caso contrario al "precio de mercado" de 418 dólares, y ha exigido mantener la tarifa de tránsito en 1,7 dólares para el transporte de cada mil metros cúbicos a 100 kilómetros de distancia.
Kiev, por su parte, pedía mantener el precio de 2008 y sólo aceptaba su aumento hasta los 235 dólares si la tarifa de transito subía a los 1,8 dólares.
Increíblemente, Ucrania denunció que la amenaza rusa de vender el gas a 418 dólares supone "una presión económica sin precedentes", pues tal paso paralizaría la industria ucraniana y su sistema de gasoductos y conduciría al país a una "catástrofe ecológica y humanitaria".
Lo que no tiene precedente es que un país denuncie que le quieren vender el gas al precio internacional, como si fuese una obligación venderlo a casi la mitad de su costo, como propone Rusia. De Ripley.
Lo único que le queda a Rusia es soportar vender a menos precio el gas a Ucrania hasta que esté listo el ducto directo de gas de Rusia a Alemania, tal vez en un año y medio.
Tras el corte a Ucrania a partir del 31 de diciembre, Rusia aumentó el flujo de gas hacia Alemania y los demás países que consumen su gas, pero como Ucrania comenzó a robarlo. Entonces, al sentir la disminución del volumen de gas que llega a sus países, estos países consumidores emplazaron a Rusia para que solucione sus problemas con Ucrania, porque podrían prescindir del gas ruso.
"Pedimos a Ucrania que se abstenga de estas acciones ilegales y a volver a las negociaciones en Moscú para pactar, de una vez por todas, una transacción por la entrega de gas que sea aceptable para las dos partes", indicó Alexander Medvedev, vicepresidente de la estatal Gazprom.
Rusia había anunciado que demandará a Ucrania por los hechos mientras que Kiev ha advertido de que su conflicto con Moscú amenaza seriamente los suministros a Europa. El presidente de Gazprom, Alexéi Miller, había denunciado que países como Hungría, Eslovaquia, Rumanía, Polonia, los estados bálticos y algunos balcánicos ya "registran sustracciones ilegales de gas en territorio de Ucrania".
Miller anunció que Gazprom presentará una demanda al Tribunal Internacional de Arbitraje de Estocolmo para que éste obligue a Ucrania a "garantizar el libre tránsito del gas ruso a Europa". No obstante, aunque presenten la demanda, ésta demorará, en tanto, los países consumidores del gas ruso pueden decidir prescindir de sus compras a Rusia, ante la baja del volumen que reciben como consecuencia del latrocinio de Ucrania.
Por su parte, en Kiev, Naftogaz niega la sustracción del gas ruso para su consumo y ha acusado a Gazprom de reducir los suministros para los países europeos y de someter a Ucrania a un "chantaje energético".
La compañía se ha mostrado "indignada" por las acusaciones de Gazprom, que "desacreditan a Ucrania a los ojos de Europa", y ha afirmado que tuvo que recurrir a sus propias reservas para compensar el recorte de los suministros rusos.
Pese a todo, Moscú ha propuesto a Ucrania elevar el precio del gas de 179,5 dólares por mil metros cúbicos en 2008 a 250 dólares en 2009, bajo amenaza de venderlo en caso contrario al "precio de mercado" de 418 dólares, y ha exigido mantener la tarifa de tránsito en 1,7 dólares para el transporte de cada mil metros cúbicos a 100 kilómetros de distancia.
Kiev, por su parte, pedía mantener el precio de 2008 y sólo aceptaba su aumento hasta los 235 dólares si la tarifa de transito subía a los 1,8 dólares.
Increíblemente, Ucrania denunció que la amenaza rusa de vender el gas a 418 dólares supone "una presión económica sin precedentes", pues tal paso paralizaría la industria ucraniana y su sistema de gasoductos y conduciría al país a una "catástrofe ecológica y humanitaria".
Lo que no tiene precedente es que un país denuncie que le quieren vender el gas al precio internacional, como si fuese una obligación venderlo a casi la mitad de su costo, como propone Rusia. De Ripley.
Lo único que le queda a Rusia es soportar vender a menos precio el gas a Ucrania hasta que esté listo el ducto directo de gas de Rusia a Alemania, tal vez en un año y medio.