Un supercañón electromagnético, el más potente del mundo, fue probado con éxito por la Marina de los Estados Unidos y podrá acelerar proyectiles no explosivos hasta cerca de nueve veces la velocidad del sonido.
Este es el segundo prototipo de los dos cañones, de largo alcance será capaz de disparar proyectiles metálicos de 5 pulgadas. Su velocidad le permitirá alcanzar en menos de 6 minutos a un blanco que esté a unos 350 kilómetros, pues puede llegar a 7,000 y 9,000 kilómetros por hora.
Previamente, en febrero de este año la Marina ya probó, también con éxito, el cañón de riel, construido por la empresa británica BAE Systems.
Ahora la Marina evalúa el producto de otra compañía, General Atomics, que desarrolla el mismo proyecto de una forma independiente.
La Secretaría de Defensa de los EE. UU. explica que tal diversificación es una garantía adicional de que los plazos programados se cumplirán, aunque por ahora no se revelan diferencias detectadas entre ambos cañones. "Es emocionante ver cómo dos equipos diferentes entregan sus soluciones muy pertinentes y únicas", dijo Roger Ellis, director del programa EMRG (Electromagnetic Railgun), quien asegua que el nuevo sistema cambiará drásticamente el modo de defensa de la Marina estadounidense.
La ventaja de un cañón electromagnético radica en su funcionamiento sin explosivos, pues disminuye al mínimo los riesgos para la tripulación a la hora de disparar. También cuenta su fuerza destructiva, la alta precisión de los disparos y la distancia, equivalente a la de los misiles.
La fabricación definitiva de esta arma de nueva generación estaría lista para 2017 y desde 2025 se podría incorporar al armamento estadounidense.