Wikileaks , crímenes de guerra y el principio Pinochet
Amy Goodman
Esta semana, los esfuerzos realizados por el fundador de Wikileaks, Julian Assange, para evitar su extradición a Suecia recibieron un duro revés. La Corte Suprema de Gran Bretaña ratificó la orden de detención que había sido dictada contra él en diciembre de 2010. Tras anunciar una decisión dividida de 5 contra 2, los magistrados sorprendieron a muchos especialistas en cuestiones jurídicas al otorgar a Assange la posibilidad de apelar su fallo. Es la primera vez que la Corte Suprema de Gran Bretaña otorga la posibilidad de reconsiderar un fallo en más de diez años. El último precedente es el famoso juicio de extradición del ex-dictador chileno, Augusto Pinochet. El fallo contra Assange fue dictado a pocos días de que se cumplan dos años del arresto del soldado Bradley Manning en Irak, por haber presuntamente filtrado a Wikileaks miles de documentos confidenciales del gobierno estadounidense. Ambos casos nos sirven para recordar que, en la mayoría de los casos, mientras los denunciantes sufren, los criminales de guerra se salen con la suya.