Se burla de limeños insistiendo en que todo estaba previsto. Insistencia en proteger a la empresa OAS revelaría faenón y peligro para la obra final
Una vez más la alcaldesa Susana Villarán se burló de los limeños al minimizar el desastre causado por la improvisación e incompetencia de la empresa OAS, contratista del proyecto Vía Parque Rímac, con lo que se vislumbra algún turbio faenón y peligro para los intereses de la ciudadanía, pues pese a toda la incapacidad vista, no hay atisbos de cancelar el contrato para conseguir una constructora más competente.
Si OAS continúa haciendo la obra, como cuenta con la defensa incondicional de Villarán, lo más probable es que si se termina en manos de ellos esto signifique un peligro para los limeños, pues han demostrado la pésima calidad con que trabajan. Nadie podrá garantizar que de un momento a otro, si se inaugura la obra, una inundación o derrumbe sorprendan a los usuarios y cause numerosas víctimas.
Lo sucedido es muy grave, teniendo en cuenta que se trata de la obra más importante que se realiza en estos momentos en Lima, la cual cuesta millones a los contribuyentes e involucra a 11 distritos.
En la conferencia de prensa de ayer, Villarán también protegió a sus incapaces supervisores de obras, que no supieron prevenir este desastre. Seguirán en sus puestos, como todos los incompetentes que la rodean.
Sospechosas mentiras
Villarán negaba las filtraciones de agua, pero alrededor de las 3 de la madrugada de ayer, uno de los muros del proyecto se derrumbó, no pudo más con la fuerza del río Rímac, e inundó todo el avance de la obra. La Policía Nacional debió cerrar el paso peatonal en el puente Trujillo, como medida preventiva. Esto pese a que en la víspera la alcaldesa capitalina negaba que haya filtración de agua alguna.
Culpan a la naturaleza
Villarán y su entorno protegen la ingeniería burda de OAS culpando a la naturaleza de este caos. Si un ingeniero es competente, debe prever las contingencias climáticas incluso con posibilidades mayores que las conocidas y así debe preparar su obra para resistir a las fuerzas naturales. Esto no ha sucedido con OAS, pues a la primera crecida el proyecto hizo agua.
El gerente de Promoción de Inversión Privada de la Municipalidad de Lima, Domingo Arzubialde, también culpó a la fuerza del río por la caída de los bloques y aseguró que todo el sobrecosto (auto inundado, materiales perdidos, herramientas y el muro colapsado) será asumido enteramente por la empresa OAS, a cargo de la obra, es decir, pese al desastre, no se desligan de esta empresucha de tercer mundo. No dicen nada de la demora de la obra y lo ya invertido. Como suele suceder, estas empresas no pierden, se advierte que OAS está blindad por Villarán y por algún pretexto conseguirán resarcirse de estos gastos de su propia incapacidad.
Pese a todo, para Villarán no sucedió nada. Con todo desparpajo esta señora dijo en conferencia de prensa que la vía de Evitamiento no está en riesgo”. “Estamos supervisando permanentemente esto”, “no hay peligro para las personas”. Como la palabra de Villarán no vale nada, pues una y otra vez demuestra que no es cierto lo que ella asegura, no podemos creer, y estamos advertidos que con la gestión de Villarán más adelante esta obra puede ocasionar víctimas de ser continuada por la incapaz OAS, junto con los incapaces supervisores de la municipalidad.