Entrevistada por el semanario Hildebrandt en sus trece, en su edición de hoy viernes 27 de setiembre, la magistrada del Tribunal Constitucional (TC), Marianella Ledesma Narváez, describe cómo fue chantajeada por el desenfreno fujimorista de liberar a su cabecilla, Keiko Fujimori, conocida en el hampa judicial como "señora K", presa en Chorrillos, desde donde dirige a su bancada. Parte de la entrevista:
—¿Es cierto que alguien del Tribunal le dijo la semana pasada que no habría necesidad de ningún cambio de magistrados si en el caso de la libertad de Keiko Fujimori se votara por unanimidad?
—No voy a ser infidente, pero es cierto, me dijeron que lo ideal sería que todos salgamos de manera unánime, armoniosa, pacífica, y consolidemos una posición en relación a este tema. Y mi respuesta fue que eso era imposible.
—¿Y por qué cree que querían la unanimidad?
—No lo sé, pero el mensaje era una manera de evitar los cambios, era una manera de decirme: no te cambio si votas de tal manera. Nos dijeron: si ustedes son efectivos por la libertad de Keiko, no hay por qué mover el Tribunal.
—Esa es una intromisión grosera.
—Evidentemente.
—Eso es un tancazo.
—Sí. Sobre todo tratándose de una magistrada que, como yo, jamás ha dado una opinión condicionada por alguien.
—¿Hay una intención de copamiento [del TC]?
—Sí, quieren sacar a dos magistrados que no se pliegan a sus puntos de vista, podemos colegir que sí, que hay esa intención de copar la institución.
—Lo cierto es que quieren sentarse aquí y quieren dominar la institución.
—Forma parte del juego del poder, no es una novedad, ya sucedió en la década de los 90, fui testigo de esa situación cuando se intervino el Poder Judicial.
—Cuando usted habla de dos magistrados se refiere a Eloy Espinoza y a usted.
—Sí, somos los adversos al fujimorismo.
