¡Censuren a Ministro y destituyan a Contralor!
Por Guillermo Olivera Díaz
17-6-2017
Por lo que ya se conoce de ambos: Alfredo Thorne y Edgar Alarcón, sin siquiera escucharlos un poco más, aparecen nítidamente reprobados y reprobables, por sinuosos en sus funciones, pese a lo cual no muestran remordimientos ni arrepentimiento alguno. El uno, debe ser ipso facto censurado, o negarle confianza si acaso la plantea, por el pleno del Congreso; y el otro, siguiendo otro trámite, removido o destituido, por la Comisión Permanente, tal como lo prevén los artículos 132°, 82° y 101° de la Constitución Política.