Nuevos temores por transgénicos: dañan  los riñones y el hígado


Un estudio realizado por la Universidad de Caen, Francia, indica que los transgénicos pueden causar daño a los riñones y al hígado, revelación que causa nuevos temores sobre estos productos, los cuales en nuestro país se introducen en forma subrepticia.


El estudio, publicado en el International Journal of Microbiology, explica que los investigadores alimentaron a ratones con tres variedades transgénicas de maíz transgénico creado por Monsanto, la transnacional que trata de imponer sus semillas en todo el mundo.

Tan sólo tres meses después, se pudo comprobar daño en los órganos internos, hecho que causa preocupación, que se suma al daño ambiental producido por los transgénicos.

El doctor Gilles-Eric Seralini, de la Universidad de Caen, demandó la realización de más estudios para determinar el daño en los órganos a largo plazo, pues precisó que los hallazgos en tres meses de estudio en los ratones no prueban toxicidad, sino signos de toxicidad.
 
El experimento se llevó a cabo por los investigadores de Monsanto y fueron revelados sólo después que Monsanto fue presionada a explicar sus estudios, que se efectuaron con tres variedades de maíz Monsanto. Dos de las variedades contienen genes de la proteína Bt, que protege a la planta contra una plaga. La tercera variedad analizada es la resistente al glifosato, potente tóxico que mata a la mala hierba.

Para obtener estos resultados, Greenpeace, mediante su oficina en Suecia y activistas franceses, debieron amenazar a Monsanto con una acción legal para obligarla a revelar los hallazgos de sus estudios.

Las tres nocivas variedades de maíz Monsanto están muy difundidas en Estados Unidos y otros países de América. Una de las variedades se cultiva en España.
 
El doctor Seralini concluyó que los roedores que comieron maíz transgénico tuvieron estadísticamente signos significativos de daño en el hígado y el riñón.

Cada una de las variedades de maíz se relacionó a inusuales concentraciones de hormonas en la sangre y la orina de las ratas alimentadas con este nocivo maíz por tres meses, cuyos análisis fueron comparados con ratones que no consumieron alimentos transgénicos.

Las altas concentraciones de hormona en estos animales indican que sus hígados y riñones no están funcionando bien.

Los ratones hembras que consumieron una de las variedades del maíz Monsanto también presentaron altos niveles de azúcar y de sustancias grasas que originan los triglicéridos.

El análisis contiene la siguiente conclusión: “Estas sustancias nunca fueron parte de una dieta integral humana ni animal, por lo tanto, las consecuencias en la salud para quienes las consumen, especialmente en durante largos periodos, es desconocida”.