por Herbert Mujica Rojas
Cuando un ministro va al Congreso, a cualquier comisión legiferante, tiene no sólo la epresentación de su portafolio sino también, y sobre todo, la voz en nombre del presidente Alan García Pérez. ¿Conoce el mandatario que su ministra de Transportes, Verónica Zavala, no sabe qué hace Ositran ―según ella ente autónomo y divorciado de su cartera―, que tampoco se apercibe de cualquier sinverguencería, referida al sobrecosto de las mangas que LAP alegremente hizo pasar con un pequeño exceso de US$ 300 mil dólares multiplicadas por las 7 unidades; que hay que bancarizar la inversión, es decir los concesionarios no ponen dinero sólo manejan el que se genera con el patrimonio que les, prácticamente, regala el Estado, en fin, que la susodicha de marras no da cuenta de nada porque “entonces no era ministra”? ¿Es ese ridículo el que protagoniza, el jefe de Estado a través de su ministra Verónica Zavala?
Pero es importante puntualizar si la ministra no sabía, cuando ayer fue preguntada por congresistas sobre los temas de IIRSA y de LAP o simplemente aprovechó que otros estaban más desinformados que ella. Porque la naturaleza de las múltiples mentiras proferidas por la Zavala son realmente descomunales. Así, dijo que no se ejecutaba aún la expropiacion de los terrenos aledaños al Jorge Chávez, por problemas legales. ¡Y esto es falso! Pues habiendo el dinero se puede depositar en el juzgado y se exige la posesión de los terrenos. El juez decidirá quién es el sujeto de derecho. Lo que importa es el efectivo existente sobre lo cual Zavala se hizo la boba y, por amplio desconocimiento de los legisladores, esto se pasó por alto. ¿Qué hacían, si hay problemas legales, en el despacho de la ministra de Transportes, hace pocos días, unos señorones dueños de tierras fronteras al Jorge Chávez y para los que ella pidió “todas las facilidades”? ¿no deberían estar ante un juez competente? ¿o la ministra también, dentro de su ignorancia sospechosa, ya trocó en magistrada?
Dijo, Zavala, con candorosidad deslumbrante, que en el ministerio no hay un solo documento que dé cuenta de una obligación de LAP por la que el Estado tenga alguna responsabilidad. Volvió a mentir la ministra. En la cláusula que autoriza el endeudamiento de la concesionaria LAP, en la addenda 4 de mayo de 2003, “negociada” por un abogado delincuente, cuyo lugar natural de jubilación deberá ser la cárcel, se permitió que LAP adquiriese deudas con respaldo del fondo generado por los ingresos del Jorge Chávez. Y de eso resultaron dos préstamos por el orden de US$ 125 millones de dólares con bancos alemanes y norteamericanos. Personalmente, hace muy pocas semanas, pregunté a un altísimo funcionario de Ositran si LAP estaba honrando sus obligaciones a lo que no supo responder, pero asumiendo la genuina y maciza realidad de préstamos asumidos vía una addenda fraudulenta. ¿O sea que la ministra también se hace la boba?
Inquirida sobre la segunda pista que LAP sistemáticamente, vía, hasta la desfachatez de una nueva “propuesta” a la que llaman Addenda V, desparpajo tramposo, se niega a construir, la ministra Zavala apeló a la verborrea más desopilante. Habló de la financiación de la inversión, nos contó cuentos sobre la bancarización, para luego decir que el contexto actual no era el de antes y que las circunstancias presentes diferían de las pretéritas, en buen romance, hizo un durísimo ejercicio de cojudeo pirotécnico y nadie, menos la mayoría de congresistas, entendió un ardite. Para Verónica Zavala ¡en apenas un lustro! Perú ya no necesita de la segunda pista; el país no tiene que esperar dinero e inversión de los inversionistas porque hay que bancarizar y financiar las inversiones, en castellano mondo y lirondo, a los que vienen de afuera hay que darles todo en bandeja. ¿Se dan cuenta cómo se asemejan los tonos, modales, morisquetas, de quienes ocupan algunos puestos importantes en la administración García?: vendepatrias, regalones de lo que no es suyo, burros sin mayor asesoría, adrede o casual, pero genéticamente traidores?
Lo ocurrido ayer en la Comisión de Fiscalización del Congreso no es más que un insulto grotesco a sus integrantes y a la opinión pública. En ¡Estafa al Perú! ¡Cómo robarse aeropuertos y vivir sin problemas!
http://www.voltairenet.org/article148321.html hemos consignado paciente y documentadamente la refutación sistemática, frontal, categórica, irrebatible a todas las mentiras presentes y futuras que la ministra Verónica Zavala hace o quiera hacer. Haría bien aquella en leerlo y preparar su defensa cuando esté frente a los tribunales o paredones de la opinón pública.
Bien reía con gesto agridulce un buen amigo: en Perú navegar con bandera de cojudo o cojuda ¡sí que es un buen negocio! Que diga ni no es así Verónica Zavala, experta en trabalenguas pero de lamentable e inequívoca constitución proditora al Perú.