Por Félix Jiménez (Economista)
Diversos análisis de la actual crisis internacional coinciden en que nos espera un largo estancamiento de las principales economías del mundo, debido al sesgo de sus gobiernos hacia las medidas de austeridad fiscal. Más precisamente, se dice que la llamada consolidación fiscal impuesta a la periferia europea y el posible abismo fiscal (recorte de gasto y subida de impuestos) que le espera a los EE.UU. al inicio del próximo año, junto a los conflictos sociales que ello genera, constituyen los principales frenos para salir más rápido de la actual recesión mundial. De acuerdo con este pronóstico, China y otros países están orientando su estrategia de crecimiento hacia los mercados internos. En un escenario de estancamiento de la economía mundial, las estrategias exportadoras impulsadas en las últimas décadas, y en las que se embarcaron muchos países como el nuestro apostando por la especialización y descuidando su desarrollo industrial, ya no pueden asegurar la sostenibilidad del crecimiento.