El gobernador de Wisconsin, Scott Walker, salió ileso de la histórica elección celebrada para destituirlo, más de un año después de que impulsara una controvertida campaña contra los trabajadores del sector público del estado. Después de amasar millones de dólares gracias a contribuidores domiciliados fuera del estado, Walker consiguió el 56% de los votos, y venció a su adversario, el alcalde de Milwaukee, Tom Barrett, quien logró el 46%. Se registró una participación muy alta en todo el estado. Walker se ha convertido en el primer gobernador estadounidense en ganar una elección de destitución. El republicano se declaró vencedor durante la noche del martes, después de que Barrett aceptara la derrota.
Walker dijo: "Esta noche le decimos a Wisconsin, le decimos al país, y le decimos a toda la gente alrededor del mundo, que los votantes realmente quieren que sus líderes hagan frente a los problemas y tomen las decisiones difíciles”.
Barrett dijo: "Esta ha sido la experiencia más increíble de nuestras vidas. Durante los últimos dieciséis meses hemos visto cómo esta democracia ha tomado vida. A ustedes, a los que lucharon, a los que obtuvieron firmas, a los que soportaron el frío en la calle, a los que hicieron lo que creyeron que era correcto: nunca dejen de hacer lo que crean que es correcto. Eso es lo que nos hace un gran país”.