El máximo comandante de Estados Unidos en Afganistán afirma que ordenó nuevas restricciones a los ataques aéreos contra militantes del Talibán que se ocultan en residencias privadas. En respuesta a la directiva del general John Allen, el gobierno afgano recordó que las fuerzas de ocupación de la OTAN, al mando de Estados Unidos, accedieron a detener definitivamente los bombardeos en barrios residenciales. Sin embargo, funcionarios estadounidenses sostienen que los ataques continuarán, pero que ahora deberán cumplir con directrices más estrictas para los ataques aéreos que no afectarán a otras operaciones aéreas. La medida fue anunciada en medio de la indignación generalizada ante el último ataque de la OTAN ocurrido la semana pasada, en el que murieron dieciocho civiles, entre ellos nueve niños. El viernes, Allen se reunió con algunos familiares de las víctimas y pidió disculpas al pueblo afgano.
El general John Allen declaró: “El ataque fue perpetrado por una fuerza conjunta afgana y estadounidense. Fueron atacados, les lanzaron una granada de mano y tres de los nuestros resultaron heridos. Entonces, solicitamos a quienes estaban disparando que salieran y luego la situación se agravó y murieron personas inocentes. Nos entristece mucho cuando suceden situaciones como ésta en que nuestras fuerzas accidentalmente matan o hieren a la población afgana. Hoy vengo aquí a ofrecerles mis condolencias y mis respetos y a disculparme con cada uno de ustedes por esta tragedia”.
La nueva directiva del general Allen de limitar los ataques aéreos fue emitida casi dos años después de que su predecesor, el general David Petraeus, también emitiera nuevas reglas que fueron publicitadas como un paso importante hacia la disminución de las muertes civiles.