Obama comienza a dirigir su garra totalitaria sobre internet
Barack Hussein Obama, presidente de los EE. UU., intenta obtener poderes dictatoriales sobre internet mediante una ley que esta próxima a aprobarse, de obtener el consenso necesario.
La iniciativa del partido demócrata, al cual pertenece Obama, fue presentada por el parlamentario judío Joe Lieberman y plantea entregar a Obama la facultad de bloquear internet en casos de emergencia nacional.
Con este poder, el mandatario podría bloquear buscadores como Google y Yahoo ordenando suspender su acceso. También serían víctimas otros proveedores de servicios de internet, así como proveedores de banda ancha.
El proyecto PCNAA (Protecting Cyberspace as a National Asset Act), contempla que las empresas que no acaten serán castigadas con importantes multas.
No se dejaron esperar las críticas. TechAmerica, uno de los grupos más grandes de tecnología de la información, señaló que la nueva ley tiene un “potencial de poder absoluto”. Efectivamente, tendría internet en sus manos.
Cuáles serían los supuestos
Según el poyecto, Obama podría utilizar esta facultad en un ataque terrorista sobre varias ciudades. Otro supuesto barajado es un ataque de hackers al sistema financiero estadounidense.
Para sustentar su totalitaria propuesta, Lieberman aduce que la ley es necesaria para preservar redes y bienes y para proteger a su pueblo. “El uso amigable de internet también puede ser un lugar peligroso con conductos electrónicos que van directamente de nuestras cuentas personales hasta infraestructura clave de gobierno y secretos industriales”.
“Nuestra seguridad económica, nacional y pública ahora están en riesgo de nuevos tipos de enemigos, los ciberguerreros, ciberespías, ciberterroristas y cibercriminales”, alegó.
Totalitario
El mundo ha dejado que los Estados Unidos tengan un rol protagónico en internet, buena parte del tráfico y alojamiento de servidores se concentra en ese país. Los buscadores y redes sociales más importantes, como Google, Yahoo, Altavista, Youtube, Facebook, Twitter tienen su base de operaciones en los EE. UU. Estarían afectadas también las comunicaciones telefónicas basadas en internet.
El pretexto de un ciberataque a los bancos es nada creíble, pues estos utilizan sistemas a prueba de hackers, que muy difícilmente son vulnerados (esto es la excepción). Por otro lado, ¿por qué temer que la gente esté informada de ocurrir un ataque terrorista contra varias ciudades? Al contrario, la información sería más úitl que nunca.
¿Qué están tramando?
Los argumentos de Lieberman son deleznables. Pero, además de los demócratas, probablemente sean avalados también por los republicanos, por lo cual se aprobaría la ley.
Ocultar la verdad sería el verdadero motivo
En cambio, sí hemos visto que a los Estados Unidos le incomoda la prensa cuando está en correteos criminales, como cuando con el pretexto de las armas de destrucción masiva invadieron Irak, ahora hasta el mismo Tony Blair admite que no había tales armas. No obstante, ocuparon el país, ahorcaron a su presidente, asesinaron a decenas de miles de civiles. En esos trances apuntaron expresamente al piso del hotel Palestina en Bagdad, donde se hallaban periodistas de Reuters, con el conocido saldo mortal. Estos crímenes contra la prensa continuaron (ver Homicidio colateral en Irak). Otros ejemplos son la persecución contra Al-Jazeera por mostrar la realidad de las atrocidades que sufren los pueblos palestino y afgano por obra de los EE. UU. e Israel.
Entonces, para un país que se presenta como paladín de las libertades y la democracia, es muy incómodo que se difundan noticias sobre sus asesinatos, lo cual, gracias a internet, acaece a una velocidad nunca antes vista. ¿Es este el temor de los EE. UU.?
Si es esto así, ¿qué otra masacre preparan? ¿Piensan invadir Irán con la falsa acusación del desarrollo de armas nucleares? ¿Tal vez piensan reprimir a su pueblo, que puede protestar, por ejemplo, por un agravamiento de la crisis, o por los delitos ecológicos de la British Petroleum, que parecen ser más graves de lo que públicamente se admite? En este contexto, el informe ruso sobre las graves consecuencias de los transgénicos y el totalitarismo en los EE. UU. resultaría profético (ver Científicos rusos advierten que transgénicos habrían causado 2 millones de muertes en EE. UU. ).
Sorprendentemente —o quizá no— los EE. UU. se aprestan a promover una ley contra la libertad de información que impondría restricciones mucho más graves que las implantadas por el gobierno totalitario de la República Popular China, al cual los EE. UU. pretenden dar lecciones de democracia y de derechos humanos. Como se sabe, la China filtra algunos contenidos que considera perjudican a su gobierno, pero nunca se ha atrevido a tomar el control de internet ni menos cortar el servicio o suspenderlo, como pretende este proyecto de ley. ¿Para eso tanto criticaron a la China y a Cuba por controlar internet? ¿De qué libertad estamos hablando?
Sombras totalitarias siniestras se mueven en estos intentos. Pero en este afán, los EE. UU. podrían perjudicar a una de las más importantes industrias de su país, que es la relacionada con internet, pues de aprobarse esa ley, los usuarios y proveedores de sitios web, de correos, de redes sociales, comenzarían a ser atraídos por redes alternativas que ofrecerían libertad irrestricta y nuevos buscadores aprovecharían para ir ganando terreno contra Google, Yahoo y los demás buscadores estadounidenses. Países como Brasil, la India o Rusia podrían comenzar a desplazar a los EE. UU., con lo cual pasaría de tener un casi monopolio y hegemonía en este rubro, a ser sólo un país más.
Con este poder, el mandatario podría bloquear buscadores como Google y Yahoo ordenando suspender su acceso. También serían víctimas otros proveedores de servicios de internet, así como proveedores de banda ancha.
El proyecto PCNAA (Protecting Cyberspace as a National Asset Act), contempla que las empresas que no acaten serán castigadas con importantes multas.
No se dejaron esperar las críticas. TechAmerica, uno de los grupos más grandes de tecnología de la información, señaló que la nueva ley tiene un “potencial de poder absoluto”. Efectivamente, tendría internet en sus manos.
Cuáles serían los supuestos
Según el poyecto, Obama podría utilizar esta facultad en un ataque terrorista sobre varias ciudades. Otro supuesto barajado es un ataque de hackers al sistema financiero estadounidense.
Para sustentar su totalitaria propuesta, Lieberman aduce que la ley es necesaria para preservar redes y bienes y para proteger a su pueblo. “El uso amigable de internet también puede ser un lugar peligroso con conductos electrónicos que van directamente de nuestras cuentas personales hasta infraestructura clave de gobierno y secretos industriales”.
“Nuestra seguridad económica, nacional y pública ahora están en riesgo de nuevos tipos de enemigos, los ciberguerreros, ciberespías, ciberterroristas y cibercriminales”, alegó.
Totalitario
El mundo ha dejado que los Estados Unidos tengan un rol protagónico en internet, buena parte del tráfico y alojamiento de servidores se concentra en ese país. Los buscadores y redes sociales más importantes, como Google, Yahoo, Altavista, Youtube, Facebook, Twitter tienen su base de operaciones en los EE. UU. Estarían afectadas también las comunicaciones telefónicas basadas en internet.
El pretexto de un ciberataque a los bancos es nada creíble, pues estos utilizan sistemas a prueba de hackers, que muy difícilmente son vulnerados (esto es la excepción). Por otro lado, ¿por qué temer que la gente esté informada de ocurrir un ataque terrorista contra varias ciudades? Al contrario, la información sería más úitl que nunca.
¿Qué están tramando?
Los argumentos de Lieberman son deleznables. Pero, además de los demócratas, probablemente sean avalados también por los republicanos, por lo cual se aprobaría la ley.
Ocultar la verdad sería el verdadero motivo
En cambio, sí hemos visto que a los Estados Unidos le incomoda la prensa cuando está en correteos criminales, como cuando con el pretexto de las armas de destrucción masiva invadieron Irak, ahora hasta el mismo Tony Blair admite que no había tales armas. No obstante, ocuparon el país, ahorcaron a su presidente, asesinaron a decenas de miles de civiles. En esos trances apuntaron expresamente al piso del hotel Palestina en Bagdad, donde se hallaban periodistas de Reuters, con el conocido saldo mortal. Estos crímenes contra la prensa continuaron (ver Homicidio colateral en Irak). Otros ejemplos son la persecución contra Al-Jazeera por mostrar la realidad de las atrocidades que sufren los pueblos palestino y afgano por obra de los EE. UU. e Israel.
Entonces, para un país que se presenta como paladín de las libertades y la democracia, es muy incómodo que se difundan noticias sobre sus asesinatos, lo cual, gracias a internet, acaece a una velocidad nunca antes vista. ¿Es este el temor de los EE. UU.?
Si es esto así, ¿qué otra masacre preparan? ¿Piensan invadir Irán con la falsa acusación del desarrollo de armas nucleares? ¿Tal vez piensan reprimir a su pueblo, que puede protestar, por ejemplo, por un agravamiento de la crisis, o por los delitos ecológicos de la British Petroleum, que parecen ser más graves de lo que públicamente se admite? En este contexto, el informe ruso sobre las graves consecuencias de los transgénicos y el totalitarismo en los EE. UU. resultaría profético (ver Científicos rusos advierten que transgénicos habrían causado 2 millones de muertes en EE. UU. ).
Sorprendentemente —o quizá no— los EE. UU. se aprestan a promover una ley contra la libertad de información que impondría restricciones mucho más graves que las implantadas por el gobierno totalitario de la República Popular China, al cual los EE. UU. pretenden dar lecciones de democracia y de derechos humanos. Como se sabe, la China filtra algunos contenidos que considera perjudican a su gobierno, pero nunca se ha atrevido a tomar el control de internet ni menos cortar el servicio o suspenderlo, como pretende este proyecto de ley. ¿Para eso tanto criticaron a la China y a Cuba por controlar internet? ¿De qué libertad estamos hablando?
Sombras totalitarias siniestras se mueven en estos intentos. Pero en este afán, los EE. UU. podrían perjudicar a una de las más importantes industrias de su país, que es la relacionada con internet, pues de aprobarse esa ley, los usuarios y proveedores de sitios web, de correos, de redes sociales, comenzarían a ser atraídos por redes alternativas que ofrecerían libertad irrestricta y nuevos buscadores aprovecharían para ir ganando terreno contra Google, Yahoo y los demás buscadores estadounidenses. Países como Brasil, la India o Rusia podrían comenzar a desplazar a los EE. UU., con lo cual pasaría de tener un casi monopolio y hegemonía en este rubro, a ser sólo un país más.
De aprobarse la ley, todos dueños de sitios web, incluyendo nosotros, tendríamos que evaluar la posibilidad de migrar a una nueva red de internet con libertad.