El estudio, publicado en la revista Journal of Alzheimer’s Disease, indica que unas dos a tres tazas diarias de café pueden disminuir en un 25% el riesgo de desarrollar se mal.
Pero este efecto beneficia más a los hombres, pues en las mujeres el riesgo de desarrollar el mal se redujo en las bebedoras de café en un 14%.
Las observaciones determinaron una relación directa entre el consumo del café y la reducción del riesgo de desarrollar el mal de Parkinson: a mayor consumo, mayor el porcentaje en que se reduce el riesgo.
Pero este efecto beneficia más a los hombres, pues en las mujeres el riesgo de desarrollar el mal se redujo en las bebedoras de café en un 14%.
Las observaciones determinaron una relación directa entre el consumo del café y la reducción del riesgo de desarrollar el mal de Parkinson: a mayor consumo, mayor el porcentaje en que se reduce el riesgo.