2007: Un Año desperdiciado por García
Por Carlos Ferrero

alan garciaGarcía heredó de Toledo una economía en plena bonanza. Y también comenzó con la enorme ventaja de tener un Congreso en sus manos, pues la UPP se dividió en dos y los nacionalistas se partieron en tres pedazos.

 

A pesar de ello, García ha ido de tumbo en tumbo, de fracaso en fracaso. No le funcionó el shock de inversiones.
Ni el Pacto Social. Menos el Forsur.

En salud, sólo destacó el escándalo de corrupción en el SIS. Si bien en Educación se evaluó a los maestros, nada más se ha avanzado. En transportes, el Plan Tolerancia cero nos ha dejado este año más muertos que cualquier otro anterior.

Ni hablar del sector Interior. El peor de todos los ministros no sólo nos ha dejado sin patrulleros, sino que será recordado porque los narcoterroristas asesinaron 11 policías hasta la fecha sin que el Estado tenga capacidad de reaccionar. Mientras tanto, el incremento de los ingresos del Estado no se ha traducido en aumento significativo del Fondo de Estabilización fiscal, que precisamente existe para guardar en él lo que nos puede faltar mañana. Los precios han subido enormemente y la inflación se ha cuadruplicado, pues en un solo año ha pasado de 1% a 4%.

En fin, un año donde se hace evidente la improvisación, la soberbia y la mediocridad. Está claro que el APRA no tuvo nunca Plan de Gobierno. Y de todo ello la población se da cuenta. Las encuestas le dan 15% en el sur, no más de 20% en el centro, y sigue cayendo.

Es que García cree que hablando todo se arregla y no hace más que perorar a toda hora, ofreciendo, predicando, requintando o molestándose con quienes lo critican. Se mete en todo y de todo quiere sermonear. Al final, las gente desconfía de tanto palabreo y figuretismo que suenan vacíos. Recordemos no más que llamo a Lourdes “la candidata de los ricos” y que ella respondió después que Alan “me ganó la mesa”. Sin embargo, salieron agarraditos del brazo de la Catedral. Son dos cosas que es difícil entender.

Como más difícil todavía será entender que el mismo día que García recibía en Palacio a vendedor y comprador de Wong para felicitarlos, por debajo de sus piernas, los chilenos pasaban a Ecuador la venta de dos de sus fragatas. Esto es lo que los apristas saludan como la política de las “cuerdas separadas”, que más bien parecen las cuerdas del ahorcado para los peruanos porque dicen que no hay ninguna relación entre el comercio y la política.

Los problemas de fondo de la sociedad peruana no son afrontados con eficacia. Se quiere colocar como panacea solamente la inversión, cuando es conocido que sin avances sociales no habrá verdadero progreso. Por eso… 2007 fue un año desperdiciado.

31 de diciembre del 2007