Esta posición, como se sabe, originó la renuncia de Aráoz a la
candidatura presidencial por ese partido, pues ella se opuso a que
alguien investigado por un presunto caso de corrupción forme parte de
dicho listado.
“No es, de ese lado, el tema de la corrupción; ese es el argumento, el
pretexto. Lo que está de ese lado es la vida institucional del partido,
que eligen a sus candidatos como la ley manda, que es no poner vetos a
candidatos (...). Yo no tengo procesos abiertos, tengo una
investigación preliminar”, remarcó en RPP.
Sin embargo, poco después aludió a la poca aceptación que la
postulante, según diversos sondeos. “Ella pudo haber sido una gran
candidata… Si la candidatura hubiera crecido, estaríamos en otro pie,
sin lugar a dudas… sería otro cantar”, indicó, aunque aclaró de
inmediato que la elección interna aprista del domingo no puede
entenderse como una señal para obligar la renuncia de Aráoz.
Del Castillo recordó que él ofreció dejar el número 1 de la lista para
irse al 36, el último por Lima, pero que como esto tampoco lo aceptó
Aráoz, la cosa ya se convertía -dijo- en un veto.