Los cuerpos de las dos últimas víctimas fueron velados por sus familiares. Incluso, el presidente regional Gregorio Santos y el vicepresidente cargaron en hombros el ataúd de uno de ellos por las principales calles de la región. Tres de los fallecidos serán enterrados hoy en Celendín.

 

Jorge Loayza. Cajamarca

Cuando parecía que el estado de emergencia iba a mantener la tarde cajamarquina con la habitual tranquilidad provinciana, en la Plaza de Armas apareció el cuerpo de  José Antonio Sánchez Huamán para recordar que el conflicto por el proyecto minas Conga no ha terminado. Los cajamarquinos revivieron su rechazo a Yanacocha.

Sánchez Huamán falleció ayer en el Hospital Regional de Cajamarca, donde se encontraba internado desde el martes, cuando fue trasladado herido desde Celendín. Tenía una herida de bala en la boca y faringe, lo que le provocó una grave hemorragia.

Luego de ser llevado a la morgue, su cuerpo fue conducido a la sede del gobierno regional. A las cuatro de la tarde, el féretro salió de ese lugar y, en compañía del presidente regional Gregorio Santos, recorrió las calles de Cajamarca.

A las cinco y treinta de la tarde, el ataúd  llegó hasta la plaza de armas en hombros del propio Santos y del vicepresidente regional, César Aliaga Díaz, mientras algunos opositores a Conga lanzaban vivas y aplausos.

A pesar que el número de ciudadanos que se congregó fue numeroso, la Policía optó por no dispersarlos.

Así, el féretro fue llevado a la iglesia San Francisco, donde se ofreció una misa en su memoria. Durante la homilía, el padre Isaac Shaguano condenó la represión policial que ocasionó cinco víctimas y dijo que “la violencia genera más violencia”. Solo después de una hora, José Antonio Sánchez Huamán volvió a salir en hombros. Esta vez sus hermanos y viuda, Carmen Quevedo, lo acompañaron, mientras un repicar de campañas caía desde las torres del templo. Aunque la gente quería dar otra vuelta a la plaza, los familiares prefirieron llevárselo a Celendín, donde será enterrado.

Bambamarca también Un panorama similar se vivió en Bambamarca, donde dos ataúdes fueron paseados por las calles de  manera simbólica. En su interior no había cuerpos, sino indignación y demanda de justicia.

Los pobladores de esta provincia cajamarquina reclamaron al presidente Ollanta Humala por la muerte de cinco ciudadanos en la región desde el martes por los fuertes enfrentamientos con la policía.  

La concentración de los bambamarquinos se inició a las 10 de la mañana y conforme pasaron las horas se fueron sumando más comuneros. Cuando el grupo estuvo nutrido, marcharon por el pueblo pidiendo justicia por la muerte de Joselito Vásquez Jambo, quien el pasado miércoles recibió un balazo en el pecho.  

Cuando la protesta llegó a concentrar más de dos mil personas, los gritos en la plaza de armas se hicieron más fuertes. Los aproximadamente cincuenta efectivos policiales y militares se replegaron a algunas calles aledañas.  

En la plaza principal de la provincia los bambamarquinos improvisaron un mitin para reiterar su rechazo al proyecto minas Conga y condenar el ataque policial contra la población que salió a marchar el miércoles. Durante la ceremonia izaron la bandera de Bambamarca, cantaron el himno de la provincia y rindieron homenaje a los caídos con un minuto de silencio.

A treinta minutos de ese lugar, en la comunidad de San Antonio Alto, era velado por sus familiares el cuerpo de Joselito Vásquez Jambo (26). Su madre Alejandrina Jambo se mostraba desconsolada por la pérdida del único hijo varón. Joselito estaba casado con Lidia Bustamante Cubas, con quien tenía un hijo.

Su hermana María Vásquez relató que los policías dispararon directamente al cuerpo de Joselito cuando se encontraba en la primera cuadra de la calle Alfonso Ugarte, solo porque reclamaba contra Conga.

LO QUE DICE SANTOS

Por la mañana, Gregorio Santos visitó a los heridos internados en el hospital regional y responsabilizó de los cinco muertos al presidente Ollanta Humala y a su gabinete.

“El estado de emergencia es la desesperación del Gobierno porque no puede convencer. El uso de la fuerza es la desesperación”, expresó.

De igual manera, criticó que el gobierno “no haya tenido interlocutores válidos” para tratar el problema de Conga, y dijo que hay responsabilidad por los muertos, por lo cual exigió un juicio político.

Con el actual escenario de polarización, para Santos el proyecto se ha hecho “mucho más inviable” y "se ha vuelto político". En esas condiciones resulta difícil saber lo que sucederá los próximos días. Tal vez por eso, cuando se le preguntó la posibilidad de que la violencia se incremente, él prefirió evadir la pregunta.

ARANA PIDE PARAR LA VIOLENCIA

Tras ser liberado a la una de la madrugada de ayer, el líder de Tierra y Libertad, Marco Arana, acudió al hospital regional de Cajamarca para someterse a algunos exámenes médicos. El ex sacerdote mostraba una herida en el rostro por los golpes que le propinaron los efectivos al momento de su arresto y en la misma comisaría, donde, incluso, fue golpeado por una policía femenina. Dijo que durante el tiempo que estuvo recluido le gritaban “perro” y “terruco”.

Sin embargo, aseguró que el ataque que sufrió no lo doblegará a él ni a los cajamarquinos que están por la defensa del agua, aunque hizo un llamado para no protestar con violencia. “Si el señor Roque Benavides no quiere parar el proyecto, que lo haga el gobierno”, expresó, y pidió conocer quiénes ordenaron su detención y posterior maltrato.

La República, 06-07-12

 

Artículos relacionados

Matices (Hildebrandt) / 1,2 muertos por mes

Ollanta Humala militariza Cajamarca y seguidamente pide diálogo

Por Cajamarca: Denuncian escalada de muertos y abusos de minera que utiliza fuerzas policiales y militares contra el pueblo

En Bambamarca un peruano más ha sido asesinado por la policía

Cajamarca: Reportan quinta muerte en protestas contra proyecto Conga

¿Alcanza a Humala responsabilidad penal?

Celendín-Cajamarca: 3 muertos, 25 heridos y un centenar de refugiados en una Iglesia

Militares a Cajamarca, ¿quién es el enemigo?

Cajamarquinos rechazan militarización

¿A quiénes sirven las fuerzas armadas?