José Pérez Guadalupe, ¿frenará los lobbies que buscan privatizar las cárceles?

El ministerio de Justicia designó hoy a José Luis Pérez Guadalupe en el cargo de presidente del Consejo Nacional Penitenciario del Instituto Nacional Penitenciario (INPE) en reemplazo de Wilson Hernández Silva, a quien se le aceptó la renuncia.

 

La respectiva Resolución Suprema, refrendada por el presidente de la República, Ollanta Humala Tasso y el ministro de Justicia, Francisco Eguiguren Praeli fue publicada hoy en el boletín de normas legales del diario oficial  El Peruano, en la cual se designa igualmente a Julio César Magán Zevallos y a Oscar Manuel Ayzanoa Vigil como vicepresidente y tercer miembro del Consejo Nacional Penitenciario del INPE, respectivamente.

Pérez Guadalupe es sociólogo y también estudió teología con sus propios recursos y tiene muchos años realizando importante labor pastoral incluyendo trabajo en las cárceles. Entre sus libros publicados se encuentran La Construcción de la Realidad Social Carcelaria.

Por su trayectoria, Pérez Guadalupe reúne las condiciones necesarias de probidad para poder luchar contra la corrupción en las cárceles. No obstante, de no recibir el suficiente respaldo económico del gobierno, será poco lo que pueda hacer por reformar el sistema penitenciario y todo quedaría en buenas intenciones.

Los lobbies

Hay diversos lobbies que promueven la privatización de las cárceles. Uno de los voceros más visibles es Gonzalo Prialé, nombrado por el gobierno aprista encargado de la evaluación de privatización de las cárceles, ahora convertido en un promotor de la privatización de los centros penitenciarios.

Uno de los aspectos más importantes y graves que mantienen a la estructura carcelaria en el caos es el escaso presupuesto, lo cual impide dotar a las cárceles de ambientes saludables y mucho menos de condiciones para sean aptas para un trabajo de rehabilitación de los internos.

En esta panorama de escasez presupuestal, Prialé promueve no aumentar el presupuesto para mejorar estas cárceles para que el gobierno cumpla bien con su obligación, sino que con todo desparpajo dijo hace algunos meses en Canal N que se debería aumentar los recursos para que el negocio sea apetecible para las empresas privadas interesadas en el campo penitenciario, es decir, los peruanos ya no sólo tendríamos que mantener a los presos, sino sostener la ganancia y lucro de las empresas interesadas en el rubro.

La corrupción

Por otro lado, si ahora hay cárceles con empleados que reciben coimas para otorgar privilegios a los presos, nada garantiza que el manejo privado ponga fin a estas mafias, que igualmente pueden ser tejidas, con mayor razón si tenemos en cuenta que para lucrar las empresas acudirán a mantener el sueldo de sus empleados en el nivel más bajo, lo cual los podrá impulsar a la corrupción para obtener recursos extra.

La labor de la nueva gestión de Pérez Guadalupe debería ser también respaldada con recursos para  un trabajo de inteligencia para luchar contra las mafias dentro de las cárceles y sus conexiones externas, no puede ser que los escándalos no los descubra el mismo INPE, sino la prensa.