Apristas siguen haciendo de las suyas en la Sunarp

Javier Velásquez y Omar Quezada metieron a trabajar a familiares. Actual superintendente forma parte de una telaraña de poder que practica el nepotismo e incluso destina fuertes sumas para adquisiciones.

 

Que el gobierno de Alan García copó el Estado con militantes apristas durante su administración nadie lo duda. Sin embargo, lo que resulta escandaloso es que esa situación aún se mantenga en diversas instituciones del aparato estatal, como la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos (Sunarp), según documentación a la que LA PRIMERA tuvo acceso.

Un caso escandaloso involucra a altos dirigentes del APRA como Javier Velásquez y Omar Quezada, cuyos familiares directos entraron a trabajar, utilizando, en algunos casos, su intervención, así como un amañado concurso para cubrir plazas en diciembre del 2009.

Velásquez, expremier aprista y actual congresista, tiene a su sobrino William Bautista Velásquez en la gerencia de administración y finanzas, a la que accedió sin concluir sus estudios superiores y, según trabajadores de la Sunarp, con influencia de su hasta hace poco poderoso tío.

CUÑADO DE QUEZADA

El dirigente aprista Quezada –quien fue retirado de la jefatura de Cofopri por graves escándalos de corrupción-, tiene por su parte a su cuñado, Enrique Arturo Cedano Pozo (hermano de Elisa Cedano Pozo, esposa de Velásquez) como abogado, en la gerencia legal.

Cedano Pozo, abogado de la universidad Alas Peruanas, con maestría en la Universidad Garcilaso, fue uno de los agraciados para entrar al régimen laboral D.L. Mº 728 (plazo indeterminado) merced al Concurso Público de Méritos Nº 02-2009-Sunarp para cubrir más de 200 plazas administrativas. Casi todas han sido ocupadas por apristas o por familiares de connotados militantes del partido del Pueblo.

Es el caso de Paul Carrasco Flores, hijo del excongresista piurano José Carrasco Távara, quien ganó con mucha suerte una de las plazas disputadas en el citado concurso, donde cientos de concursantes fueron dejados de lado pese a tener estudios superiores y maestrías en universidades de prestigio.

Situación semejante es la del ingeniero agrónomo Filiberto Ismael Peralta Cruz, hermano del también exlegislador piurano Johnny Peralta, quien ingresó a trabajar a la Zona Registral Nº VII-Sede Huaraz de la Sunarp debido a que fue reincorporado al Estado en la cuarta lista que el expresidente García promovió.

Tras su reingreso, el hermano del exlegislador fue trasladado a la gerencia de presupuesto y desarrollo de la Sede Central para desempeñarse como analista de proyectos de inversión a pesar de su condición de agrónomo.

De acuerdo con fuentes de la referida institución, este irregular uso de la Sunarp como agencia de empleo aprista y otros casos, tuvieron el aval del actual superintendente de Registros Públicos, Álvaro Delgado Scheelje.

El funcionario –designado por el gobierno pasado y aún en el cargo-, presenta serios cuestionamientos a su gestión y ha sido denunciado ante el Ministerio Público por estafa y falsificación documentaria.

Delgado Scheelje, además, fue director ejecutivo de Cofopri tras la salida de Quezada, y como tal, según informantes, convalidó las adjudicaciones de terrenos a favor de apristas que costaron el puesto a su antecesor, a quien luego benefició.

Las fuentes indicaron que este funcionario contrató a Lourdes Paola Garay Ríos, hija de su actual secretaria, María Lourdes Ríos Beltrán, en el área de administración para registrar y mantener actualizado el sistema de registro de documentos.

En todas estas acciones desde todo punto de vista cuestionables, Delgado Scheelje no está solo. Los informantes indicaron que existe toda una cúpula de poder conformada por los altos funcionarios de la Sunarp que permanecen en sus cargos pese al cambio de gobierno.

TELARAÑA DE PODER

Entre los personajes cercanos al superintendente están el gerente general, Oswaldo Flores Benavides, y los gerentes de Imagen, Braulio López Valdez; Administración y Finanzas, Regina Cabezudo, y Presupuesto y Desarrollo, Luz Cayetano.

Cabezudo y Cayetano Fernández solicitaron a la Sunarp ser inscritas en el diplomado Gerencia en la Administración Pública dictado por la Esan, desde el 13 de setiembre del 2011 al 28 de febrero del 2012, que tuvo un costo de S/.2,890 por alumno.

Cayetano Fernández, además, logró que en el concurso del 2009 entre al área de imagen institucional su cuñado Ricardo Melgarejo Huerta como especialista en marketing y relaciones públicas por el cual percibe un jugoso sueldo de S/.4,500.

Como si fuera poco, en el concurso público de marras también ingresó Omar Róger López Valdez, hermano del gerente de Imagen. Este empleado, que labora en la gerencia de Bienes Inmuebles, cobra también una alta renumeración por sus labores.

PARA MUESTRA UN BOTÓN

Lluvia de millones

El manejo irregular en la Sunarp también es evidente en el requerimiento de diversos productos como vasos, lapiceros, etc.

Para esto la institución hace contratos por gruesas sumas y llega a pagar, por ejemplo, alrededor de S/. 10,500 por 400 lapiceros de metal de color azul. Desembolsa, también, la misma cifra por lapiceros metálicos.

Estos requerimientos son atendidos por la empresa Grupo Integrus Solutions S.A.C., la cual siempre cumple con los términos de referencia propuestos en la convocatoria. De manera sospechosa, la Sunarp contrata dicha compañía, y también con el mismo monto, la compra de 200 jarros cónicos, 300 jarros rectos de metal, 250 vasos metálicos y 200 vasos térmicos de acero. Este organismo también ha pagado S/. 10,500 por un millar de llaveros con alto relieve, full color, material PVC y forma 3D. LA PRIMERA pidió una cotización con las mismas características la cual llega solamente a mil soles.

Según nuestras fuentes, para estos pedidos se sigue un modus operandi que empieza con el gerente de Imagen Braulio López, quien se dirige a la gerente de Administración, Regina Cabezudo. La operación, agregan, tiene el aval del gerente general, Oswaldo Flores, y del mismo superintendente de Registros Públicos, Álvaro Delgado Scheelje.

Helio Ramos.

La Primera