Pugnas sin resolver provocaron la renuncia del gabinete Lerner

Adiós. Salomón Lerner presentó su renuncia irrevocable a la presidencia del Consejo de Ministros. El presidente Ollanta Humala deja ir a su gabinete de concertación y nombra a Óscar Valdés en su reemplazo. Se van diez ministros.

 

2:15 pm. Fuentes palaciegas nos informan que el presidente Ollanta Humala había decidido hacer cambios ministeriales importantes para afianzar la cohesión en el interior del gabinete.

2:25 pm. La misma fuente nos hace otro anuncio: el gabinete Lerner entero había renunciado.

Sin embargo, según versiones recogidas por La República, el punto de quiebre que obliga a Lerner a tomar distancia del gobierno se remonta al 16 de noviembre pasado. Ese día, el mandatario anunciaba en sorpresiva conferencia de prensa que no iba a aceptar "ultimátum de nadie" y que el proyecto Conga era "necesario para la gran transformación y la inclusión social". En otras palabras, dijo que Conga iba a ir sí o sí.

La discrepancia de Lerner por este pronunciamiento de Humala no era tanto por el contenido sino por la forma cómo planteó el tema. "Por la falta de respeto (de Humala) hacia sus electores a los cuales él había dicho que el agua era prioritaria", comentaron nuestras fuentes.

Lerner, de acuerdo con las fuentes consultadas, consideraba que el jefe del Estado tenía que ir a Cajamarca y ratificar a los pobladores, a sus votantes, que cuando fue candidato presidencial les dijo con sinceridad que el agua era prioritaria, pero que ahora había cambiado de punto de vista y que el agua y el oro podían ser compatibles, pero priorizando siempre el agua.

Sin embargo, Ollanta Humala no lo hizo y prefirió respaldar el proyecto Conga. A partir de ahí se desata una crisis en Palacio de Gobierno: entre quienes apostaban por una confrontación y aquellos que preferían el diálogo y la concertación.

Sin control

El domingo pasado el ex premier Lerner viajó a Cajamarca, encabezando una misión de alto nivel con el fin de negociar con los dirigentes de Cajamarca y convencerlos de que levanten el paro indefinido y la protesta que preocupaban al gobierno.

Cuando llegó a Cajamarca Lerner se encontró con un primer obstáculo. Un agente de inteligencia manejaba una lista con las personas que debían ingresar al diálogo, y en esta no figuraba Wilfredo Saavedra, presidente del Frente de Defensa Ambiental de esa región.  

En plena negociación, Lerner era presionado por las constantes llamadas telefónicas de Humala, quien le exigía que critique a los dirigentes. Por otra parte, el entonces ministro del Interior, Óscar Valdés, también presente en la mesa de diálogo, mantuvo en todo momento una actitud confrontacional con los dirigentes y le decía a Lerner que no les ponga mucha atención.

Lerner sabía que la declaratoria del estado de emergencia era una opción evaluada en Palacio de Gobierno, defendida sobre todo por Valdés y el consejero presidencial en asuntos de seguridad, Adrián Villafuerte. Por eso trató de convencer a los dirigentes cajamarquinos de que firmen el acta de la negociación. Le habría dicho al presidente regional de Cajamarca, Gregorio Santos: "Goyo, firma el acta, porque si no lo haces pierdes tú y pierdo yo".

En el cuarto intermedio, mientras el premier y parte de la comitiva cenaban en el hotel, vieron perplejos por televisión que el Presidente declaraba el estado de emergencia en las cuatro provincias cajamarquinas que permanecían en paro. Esta versión fue confirmada por la viceministra de Minas, Susana Vilca, al semanario Hildebrandt en sus Trece.

La declaratoria del estado de emergencia fue aprobada a través de un Consejo de Ministros virtual. Pero las cosas no quedaban ahí. El martes pasado, un grupo de dirigentes de Cajamarca, entre ellos Saavedra, fue interceptado por la Policía cuando salía del Congreso de la República y luego conducido a la Dircote. Estas personas estuvieron retenidas durante diez horas sin que exista orden de detención contra ellas. Hasta el momento no hay explicación oficial sobre el incidente.

Al día siguiente de esta detención, el Ministerio de Economía y Finanzas bloqueaba las cuentas del gobierno regional de Cajamarca. Para ese momento, Lerner tenía previsto reunirse con los dirigentes e intentar reabrir el diálogo. En ambos hechos, el premier habría sentido que pasaban por encima suyo, y de alguna forma petardeaban, desde el interior del gobierno, su autoridad en el conflicto.

Renuncia de gabinete

Ayer, Lerner decidió finalmente apartarse de la presidencia del gabinete, y obligó al presidente Ollanta Humala a recomponer su Consejo de Ministros.

En su carta de renuncia irrevocable presentada al Presidente, que lleva la fecha del 9 de diciembre, Lerner explica al mandatario que se aleja con el fin de dejarlo en total libertad para realizar los ajustes en "el inicio de una nueva etapa de trabajo gubernamental".

Las movidas del cambio en el gabinete se dieron en la oficina de la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM). Los periodistas esperaban en la parte exterior del local, en la calle Pescadería, el desenlace de los acontecimientos. En cambio, en el lado de Palacio de Gobierno todo estaba en silencio.

Pasadas las 10 de la mañana, los ministros llegaron con prisa a la PCM. Todos lucían vestimenta informal.

Una hora después, estos comenzaron a abandonar el lugar. Uno de los primeros en salir fue el ministro de Agricultura, Miguel Caillaux, quien mostraba cara de pocos amigos.

Al poco tiempo, la noticia de la renuncia de Lerner recorrió como un reguero de pólvora las redes sociales.

Luego fue confirmada en un comunicado emitido por la Secretaría de Prensa de Palacio de Gobierno. Este documento indicaba que el primer mandatario había aceptado la renuncia de Lerner y que en su lugar designaba a Óscar Valdés, quien hasta el momento se venía desempeñando como titular del Interior.

Humala aprovechó la salida del gabinete para hacer cambios en diez ministerios.

Para las primeras horas de ayer, las fuentes coincidían en que los ministros Caillaux (Agricultura), Ricardo Giesecke (Ambiente), Juan Carlos Herrera Descalzi (Energía y Minas), Susana Baca (Cultura), Francisco Eguiguren (Justicia) y Daniel Mora (Defensa) estaban de salida.

Herrera y Giesecke salen por el caso Conga, y Eguiguren por expresar su acuerdo con la tregua solicitada por el dirigente senderista "Artemio".

Entre los sucesores se vocea a Luis Peirano (Cultura), Manuel Pulgar Vidal (Ambiente), Jorge Merino (Energía y Minas), Juan Jiménez (Justicia), Luis Howell Ballenas (Defensa). La juramentación del gabinete Valdés se prevé para esta noche.

La República.