Tres nuevas ministras ingresaron al gobierno. Ellas son Blanca Silva Velarde-Álvarez en Comercio Exterior y Turismo, Mónica Rubio en Desarrollo, y Diana Álvarez-Calderón en Cultura. Esta última viene de las canteras del FIM, de Fernando Olivera, y —según investigación de la Fiscalía Anticorrupción— organizó una reunión donde éste habría ofrecido favores políticos al empresario Ernesto Schütz.
“Llamé por teléfono al ministro Olivera pidiéndole conversar personalmente en su despacho. Olivera señaló que, debido a mi situación jurídica, prefería que nos reuniéramos en la casa de una amiga común, señalándome que podría ser en el domicilio de Diana Álvarez Calderón”, declaró el exbroadcaster al Ministerio Público, sobre esta cita ocurrida en el año 2001.
En esa época, Olivera era ministro de Justicia, y se manejaba la información de que Roberto Huamán Azcurra, exasesor de Vladimiro Montesinos, ofrecía en venta un video donde Schütz estaba en la salita del SIN con el sentenciado por asesinato y corrupción. “En la casa se encontraban Diana Álvarez-Calderón, Fernando Olivera y Héctor Bellido. Olivera reconoció el apoyo brindado por el canal a su campaña. Respecto a mi proceso, averiguaría cuál era la injerencia política. Posteriormente me haría saber el resultado de esa averiguación”, señalaba en su testimonio el empresario.
Por ello, la entonces fiscal de la Nación, Nelly Calderón, acusó penalmente al líder del ahora desaparecido FIM por ocultar estas conversaciones a la justicia. En el proceso fue incluida Diana Álvarez-Calderón, a quien se pidió levantar su secreto de las comunicaciones.
La actual titular de Cultura fue candidata al Congreso por el FIM en las elecciones del 2001, y en el gobierno de Alejandro Toledo entró como secretaria general al Minjus. Esta designación fue cuestionada porque no habría culminado sus estudios universitarios. Con información de La Razón.