En el segundo bloque, los candidatos presidenciales Pedro Pablo Kuczinsky y Keiko Fujimori abordaron el tema propuesto: Crecimiento económico y producción del empleo. Aquí Fujimori continuó con sus muecas y poses vulgares, propias de los bajos fondos, de donde proviene el fujimorismo.
Pedro Pablo Kuczynski, líder de Peruanos por el Kambio se refirió a su experiencia en el cargo de ministro durante el gobierno de Alejandro Toledo, tras la caída de la dictadura fujimorista, y recordó que encontró una situación caótica. "Encontramos la economía en un estado desastroso, algunos de mis antecesores estaban en prisión", señaló.
PPK manifestó que no será "un gobernante de escritorio" y explicó que el Perú debe crecer con programas sociales que ataquen a la pobreza y les provea con mejores servicios de agua potable y atención de salud de calidad.
Defendió su propuesta de reducir el IGV y cuestionó que Fujimori se oponga a esta medida.
Recurriendo una vez más con sordidez a la mentira, tras negar que se opone a la reducción del IGV, la candidata de la mafia fujimorista dijo que PPK en su plan de gobierno favorece a la gran empresa, cuando en verdad tiene propuestas viables en favor de los pequeños y microempresarios.
PPK dijo que Fujimoria parecía no haber leído su plan y explicó que la reducción del 10% de IGV será para las mypes. "Vamos a generar una revolución de crédito. El crédito va a ser un motor arrollador para el crecimiento económico", señal.
Esgrimiendo otra mentira, Fujimori acusó a PPK de intentar eliminar la CTS en su plan de gobierno, lo cual fue negado por Kuczynski, quien aclaró que propone el seguro de desempleo opcional. "Yo no entiendo por qué Fuerza Popular se opone a reducir impuestos cuando tenemos una evasión del IGV", respondió.
Como se sabe, el fujimorismo no tiene autoridad moral para hablar de los derechos de los trabajadores, pues durante la dictadura no mejoró los sueldos de los empleados públicos, excepto los sueldos de sus allegados y tampoco subió el sueldo mínimo. Como si fuese poco, recortó derechos laborales, abundó en despidos y precarizó el empleo creando regímenes esclavistas, como las prácticas y programas de aprendizaje, brindando cholo barato a las grandes empresas como Telefónica, cuyos miles de millones de privatización fueron saqueados por los ladrones fujimoristas. Así favorecía a las grandes empresas, reduciendo a la miseria a los jóvenes para mejorar las ganancias de la gran empresa. Es conocido el caso de Telefónica, donde muchas empleadas bajo esta modalidad acabaron tuberculosas.
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