por Herbert Mujica Rojas
Años atrás, y para el terreno exclusivo del fútbol, don Humberto Martínez Morosini, popularizó desde los diversos micrófonos a que tuvo acceso en su dilatada carrera, la frase: ¡Aquí no pasa nada! Y refería a la carencia de goles o éxitos en cualquiera de los arcos. En el Perú político, moral, partidario, periodístico, institucional, francamente, a pesar de múltiples denuncias ¡no pasa nada!
Uno que otro dato. La hoy ministra de Transportes, Verónica Zavala, cuando fue funcionaria de Fonafe, en 1998, depositó ante sí y porque así le salió de los forros, 5 millones de dólares en un banco que después quebró, el NBK. La Contraloría General de la República ha determinado que hay mérito a una acusación penal. Pero la funcionaria se ríe, se burla y sigue mintiendo por doquier y simplemente se zurra en el tema porque ella quiere vender y privatizar y vivir del Estado como hace desde hace larguísimos años. Pero ¡aquí no pasa nada! He dado detalles impresionantes en ¡Estafa al Perú! ¡Cómo robarse aeropuertos y vivir sin problemas! http://www.voltairenet.org/article148321.html y nadie, por pusilanimidad o falta de argumentos, se atreve a criticar, desmenuzar o desmentir ese pequeño trabajo de investigación.
Relaciones Exteriores nombra una Comisión Consultiva para la Delimitación Marítima y entre sus integrantes hay tres ex cancilleres mediocres; tres representantes de sendos estudios jurídicos, uno de ellos inculado íntimamente a San Dionisio Romero Seminario, socio de Ricardo Claro, el mayor armador y dueño de puertos en Chile; algunos marinos don nadie y a esos 14 socios unen dos majaderías contra el Perú: ser adherentes de la Convención del Mar y ¡jamás han defendido a la nación! Pero ¡aquí no pasa nada! Ni el Congreso reacciona (ámbito natural de polémica y acción) y los medios, salvo excepciones honrosas, cuestionan qué está ocurriendo en semejantes niveles.
La acción mendicante de los ministros que viajan con frecuencia a hacer turismo de Estado a Washington para “convencer” a los demócratas para que nos concedan el bendito TLC, da verguenza y provoca vómitos. El servilismo no puede ser más escandaloso ni humillante. ¡Y han logrado que unos cuantos virreyes gringos lleguen a partir del 6 al Perú para verificar si se cumplen las exigencias norteamericanas sobre el convenio económico! El senador Charles Rangel es demócrata, pero por encima de eso, es estadounidense y eso es indiscutible. Pero ¡aquí no pasa nada!
Como son tantos los escándalos de índole variada, el asunto de las explosiones del gasoducto-estafa de Camisea, ha pasado a un tercer o cuarto plano. Y las evidencias van subrayando que se deben a una mala construcción. Y Pluspetrol, empresita de última, sigue insistiendo que la culpa la tienen los sismos. Y los legiferantes que no distinguen entre un oso de anteojos y una cámara fotográfica, no se dan por enterados y se hacen de la vista ¡no gorda, más bien obesa! Mientras tanto, la procesión va por dentro, siguen boyantes los planes de cómo “integrar” a Chile al circuito gasífero del cual no forma parte, recurso energético con que cuentan Perú y Bolivia. Pero ¡aquí no pasa nada!
Por último, porque sería interminable la lista, este gobierno, en seguidilla con la vergonzosa actuación de Paniagua y Toledo, ya regaló ¡12 aeropuertos (9 en provincias y 3 militares) a una empresa que no tiene idea de cómo gestionar operaciones aeroportuarias como es Swissport o Aeropuertos del Perú. Para mayor abundamiento, esta firmita fue expulsada de Bolivia ¡por incumplir el contrato y no invertir lo que prometieron, en febrero-marzo de este año! ¡Y aquí no pasa nada! Cuando empiecen a caerse los aviones y arranquen los velorios y los responsos de siempre, volveremos, en típico giro peruano, a lamentarnos y a insultarnos, pero ¡nada más!
¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!¡Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz!¡Sólo el talento salvará al Perú!
Lea www.redvoltaire.nethcmujica.blogspot.comSkype: hmujica
Relaciones Exteriores nombra una Comisión Consultiva para la Delimitación Marítima y entre sus integrantes hay tres ex cancilleres mediocres; tres representantes de sendos estudios jurídicos, uno de ellos inculado íntimamente a San Dionisio Romero Seminario, socio de Ricardo Claro, el mayor armador y dueño de puertos en Chile; algunos marinos don nadie y a esos 14 socios unen dos majaderías contra el Perú: ser adherentes de la Convención del Mar y ¡jamás han defendido a la nación! Pero ¡aquí no pasa nada! Ni el Congreso reacciona (ámbito natural de polémica y acción) y los medios, salvo excepciones honrosas, cuestionan qué está ocurriendo en semejantes niveles.
La acción mendicante de los ministros que viajan con frecuencia a hacer turismo de Estado a Washington para “convencer” a los demócratas para que nos concedan el bendito TLC, da verguenza y provoca vómitos. El servilismo no puede ser más escandaloso ni humillante. ¡Y han logrado que unos cuantos virreyes gringos lleguen a partir del 6 al Perú para verificar si se cumplen las exigencias norteamericanas sobre el convenio económico! El senador Charles Rangel es demócrata, pero por encima de eso, es estadounidense y eso es indiscutible. Pero ¡aquí no pasa nada!
Como son tantos los escándalos de índole variada, el asunto de las explosiones del gasoducto-estafa de Camisea, ha pasado a un tercer o cuarto plano. Y las evidencias van subrayando que se deben a una mala construcción. Y Pluspetrol, empresita de última, sigue insistiendo que la culpa la tienen los sismos. Y los legiferantes que no distinguen entre un oso de anteojos y una cámara fotográfica, no se dan por enterados y se hacen de la vista ¡no gorda, más bien obesa! Mientras tanto, la procesión va por dentro, siguen boyantes los planes de cómo “integrar” a Chile al circuito gasífero del cual no forma parte, recurso energético con que cuentan Perú y Bolivia. Pero ¡aquí no pasa nada!
Por último, porque sería interminable la lista, este gobierno, en seguidilla con la vergonzosa actuación de Paniagua y Toledo, ya regaló ¡12 aeropuertos (9 en provincias y 3 militares) a una empresa que no tiene idea de cómo gestionar operaciones aeroportuarias como es Swissport o Aeropuertos del Perú. Para mayor abundamiento, esta firmita fue expulsada de Bolivia ¡por incumplir el contrato y no invertir lo que prometieron, en febrero-marzo de este año! ¡Y aquí no pasa nada! Cuando empiecen a caerse los aviones y arranquen los velorios y los responsos de siempre, volveremos, en típico giro peruano, a lamentarnos y a insultarnos, pero ¡nada más!
¡Atentos a la historia; las tribunas aplauden lo que suena bien!¡Ataquemos al poder; el gobierno lo tiene cualquiera!¡Hay que romper el pacto infame y tácito de hablar a media voz!¡Sólo el talento salvará al Perú!
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