Una vez más se comprueba la mitomanía de Susana Villarán. Negó todo tipo de financiamiento de los rateros brasileños Odebrecht a su campaña, pero ahora el cabecilla de la banda en Lima, Jorge Barata, la delató declarando que ella lo llamó para agradecerle por los tres millones de dólares que hacen que tenga sentido el derroche que desplegó en la campaña contra su revocación de la alcaldía de Lima.
Tanto Barata como el publicista Valdemir Garreta afirman que Odebrecht y OAS financiaron la campaña del No. Una parte para los publicistas y otra se entregó en Lima. "Recibí una llamada de Susana Villarán para agradecerme por el apoyo a la campaña del No", declaró Barata, citado por La República, obligado por su calidad decolaborador con el Equipo Especial del caso Lava Jato en el Perú.
Barata señaló que Garreta lo buscó y le pidió apoyar la campaña del No y agregó que en esta oportunidad Garreta lo buscó sin pasar por Lula ni Odebrecht.
Barata aceptó la petición de Garreta porque Villarán criticaba a la constructora por su cercanía con el expresidente Alan García y necesitaban mejorar la relación para asaltar las arcas municipales con el lumpenesco proyecto Rutas de Lima, lo cual explica por qué Villarán pisoteó los derechos de los limeños imponiendo peajes caros en sitios antitécnicos, cuando se trataba de obras que podían ser realizadas por la propia municipalidad.
De la coima de tres millones, dos millones de dólares se pagarían en Brasil a la empresa FX Comunicaciones, por los servicios de Luis Favre y el mismo Valdemir Garreta. Otro millón de dólares se habrían entregado en "especie" en Lima, por intermedio del entonces gerente de la municipalidad, José Miguel Castro Gutiérrez.
Barata aseguró que tuvo la certeza que Garreta hablaba por Villarán, cuando días después la alcaldesa de Lima lo llamó por teléfono para agradecerle el apoyo de la empresa.
Para los pagos de Odebrecht, Garreta se reunió en Lima con Barata, Raymundo Serra y Fernando Migliaccio y recibió el dinero a través de su colaborador William Chaim.
Los pagos de OAS los habría coordinado con Leo Pinheiro y el dinero se lo entregaron en su oficina de Sao Paulo, el ejecutivo Mateus Coutinho. La fiscalía buscaba confirmar estas versiones con prueba documental y ya lo habría logrado.