Pareciera que el ministro Jorge Del Castillo vive en otro planeta, pues ante el comentario del ministro Allan Wagner sobre la incapacidad del Indeci, lo refuta indicando que es: "absolutamente impertinente meterse a hacer comentarios o evaluaciones de este tema, a estas alturas, cuando no estamos ni a diez días del terremoto".
Según dice Del Castillo, pese a las deficiencias de primer momento, Indeci ahora hace su trabajo. Sí, hace un trabajo del cual debe dar cuenta a la brevedad, pues todos los medios de comunicación, nacionales y extranjeros, y los testimonios de los pobladores, coinciden en que la ayuda no es ni fue oportuna, tanto en la prevención, en el rescate, en la canalización de la atención médica ni en la distribución de abrigo y alimentos.
Un hecho grave es que el alcalde de Pisco haya señalado que Indeci nunca le informó la probabilidad de que ocurriese un sismo, hecho que se conocía por información del Instituto Geofísico del Perú. Hay muchas vidas por las cuales alguien o algunos se tienen que responsabilizar, y se espera que las investigaciones lleguen hasta sus últimas consecuencias.
No es como dicen que la dirección del Indeci o de una entidad encargada de desastres sea ingeniero o abogado o administrador. Lo importante es que sea un profesional con sentido común, honestidad y mucha responsabilidad, que es lo que no se ha visto por ningún lado en Indeci.
No es honesto permitir pagos tan altos a personajes que son como cualquier otro profesional, para nuestro mal, sucesivos gobiernos —y burócratas dorados— han boicoteado la tan mentada escala de remuneraciones de la administración pública, que igualaría a todas las profesiones, excepto a las que requieren más años de estudios.
Desde ya las críticas son muy necesarias, puesto que el desastre dejará sentir sus efectos por un período prolongado.