No se necesitaba ser adivino para saber que muchas mesas de votación no serían instaladas a las 07:00 h. Estamos rumbo a las 11:00 h y en todo el país todavía hay mesas que no se han abierto, mientras que las colas de personas vulnerables están horas maltratando en el sol a ancianos, embarazadas y personas con discapacidades.
Este año estaba previsto más ausentismo entre votantes y miembros de mesa debido al temor a contagiarse por la pandemia, pero eso tampoco fue previsto por la ONPE.
Debbido a esta maniobra maquiavélica de la ONPE, las personas se retiran cansadas de las colas.
Como si no hubiese problemas, la Oficina Nacional de Procesos Electorales (ONPE) va informando que las mesas siguen instalándose.
Esto es una burla y una gran incapacidad. Piero Corvetto Salinas, jefe de la ONPE, debe ser destituido de inmediato. En Ecuador hace unos días destituyeron al ministro de Salud por unas aglomeraciones en centros de vacunación y no puede ser que Corvetto quede impune.
Si se trataba de personas vulnerables en horario especial se les debió convocar alrededor del mediodía por lo menos para no ver esos terribles espectáculos de gente sufriendo parada pese a su estado de salud que no es el mejor.
Esperemos que la Junta Nacional de Justicia (JNJ) haga su deber y cambie hoy mismo a este sujeto, para que así dé ejemplo de lo que debe ser un funcionario público responsable, que sabe planificar, que realiza trabajo de campo y no un parásito mareado en lucubraciones desde un escritorio, ajeno a la realidad.