Jorge Salas Arenas, presidente del Jurado Nacional de Elecciones (JNE), advirtió que el proyecto de ley de reforma constitucional presentado en el Congreso que busca que el presidente del JNE sea elegido en una elección secreta entre sus cinco miembros busca generar la posibilidad de control.
“Una posibilidad de control. No digo que necesariamente deriva en el control, pero sí en una posibilidad de control. Es muy difícil llegar a los jueces y fiscales que tienen formación de apoliticidad. Es muy difícil”, dijo a Ideeleradio.
“Y en mi caso concreto se han quejado varias veces los asesores parlamentarios —qué sé yo— de que el presidente del JNE no quiere conversar con el representante o integrante de la bancada. Yo no converso con bancadas, no converso con políticos de ninguna tienda política. Yo me mantengo al margen. No quiero tener conversaciones políticas”, indicó y agregó que “el juez que venga[y presida el JNE va a hacer lo mismo, supongo. Entonces, es más fácil hacer un acercamiento periférico con algún miembro que no sea juez y que no sea fiscal”, explicó.
Actualmente, el artículo 179 de la Constitución Política del Perú señala que “el representante de la Corte Suprema preside el Jurado Nacional de Elecciones (JNE)”.
Para Salas Arenas, la campaña de desprestigio y hostigamiento que sufrió busca aleccionar a los próximos integrantes del JNE que provengan del Ministerio Público y el Poder Judicial.
“Este sector pretende, primero, aleccionar al próximo integrante del JNE que provenga del Ministerio Público y el Poder Judicial, como si dijeran cuidado que él que no haga lo que el nuevo soberano del Perú dice va a parecer consecuencias y efectos”, indicó.
“Y lo segundo, que es lo más importante, trascendente, lo que quieren estos sectores que atacan es tener la posibilidad, pues, de controlar el JNE”, señaló y agregó que estos sectores quieren moldear una institución que les sea simpática a sus intereses.
“Creo que lo que quieren estos sectores, por tanto, es moldear un JNE que les sea simpático, no que le sea antipático. Y les es antipático, pues, la independencia, a algunos, no digo todos, le es antipático el respeto al voto ciudadano, un peruano, un voto”, refirió.
Quieren un JNE discriminador
“Ellos quisieran que el JNE, sin decirlo, hiciera una ponderación que permitiera tasar los votos de algún sector de la sociedad y otorgarles cuatro o cinco pesos más que el voto de un campesino o de un habitante de la selva o la alta serranía”, añadió.
El magistrado subrayó que la Constitución y la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) han establecido que los jueces, incluso los que tienen a su cargo temas electorales y constitucionales, no pueden ser objeto de juicio político para proteger su independencia.
“Desde la dación de la norma constitucional, al respecto, se discutió —en el diario de debates consta— que no correspondía que los jueces electorales —todos, ni siquiera solamente el presidente y la integrante del Ministerio Público en el Jurado— fueran objeto de juicio político, porque no correspondía que los políticos hicieran juicio político a quienes los nombran, a quienes controlan su funcionamiento como institución. Esto no solamente es teórico, y hay pronunciamientos sobre el particular de la jurisdicción internacional”, subrayó.
“Los partidos políticos tienen intereses políticos y el Jurado resuelve sobre esos intereses políticos: cambios de directiva, modificación de alguna partida de su registro de relaciones políticas. El Jurado, como institución resuelve, y el Jurado como pleno en última instancia. Entonces, claro que tienen intereses políticos y que ellos hagan juicio político a quienes van a resolver no tiene, sino el destino de controlar. Entonces, no necesitaba razonarse mucho”, agregó.
Recordó que varios integrantes de la Subcomisión de Acusaciones Constitucionales del Congreso, que evalúa las denuncias constitucionales y el juicio político, se han declarado “odiadores”.
“Además de eso, varios de los integrantes de esta Subcomisión de Acusaciones Constitucionales se han autodeclarado odiadores y lo han hecho a través de sus cuentas en redes sociales, de las entrevistas”, manifestó.
“Estos hablan lo que les pasa por la mente, muy alegremente, olvidando que su inmunidad tiene un límite razonable, y el límite razonable es la entidad en la que desarrollan sus funciones, y dentro de la cual se expresan. O sea, no están liberados de hablar lo que quieran cuando quieran, como están acostumbrados a hacerlo”, manifestó.