Señor de los Milagros recibe homenaje en la Plaza de Armas


Tras su ingreso a la Plaza de Armas de Lima, la venerada imagen del Señor de los Milagros, en medio de miles de fieles, recibió el homenaje protocolar de Palacio de Gobierno y de la Municipalidad de Lima.


El presidente Alan García salió vestido de hábito morado junto con sus colaboradores y su hijo menor  Federico Dantón, a quien alzaron para hacer la señal de la cruz frente a la imagen.

García pidió desarrollo, justicia y felicidad para el Perú y todos sus hogares y oficializó la proclamación del Señor de los Milagros como  "Patrono de la Espiritualidad Católica del Perú" durante el homenaje que a la sagrada imagen en Palacio de Gobierno.

La Ley que declara al Señor de los Milagros como “Patrono de la Espiritualidad Religiosa Católica de la República del Perú”, cuya festividad se celebra dentro y fuera del país en el mes de octubre de cada año, fue promulgada hoy.

La norma, que fue aprobada previamente por el Congreso y declara asimismo al también llamado Santo Cristo de las Maravillas como símbolo de religiosidad y sentimiento popular.



Alrededor de las 14:00 horas, la imagen recibirá el homenaje del Congreso de la República, que ya se encuentra adornado con este motivo.

Historia: protector contra los terremotos

Esta procesión, que se inició en el virreinato en medio de historias de terremotos y milagros, fue autorizada por las autoridades eclesiásticas para recorrer las calles de Lima y pedir protección contra los terremotos, siendo el terremoto del 20 de octubre de 1687, que dio origen a esta manifestación religiosa.

Un esclavo angoleño, cuyo nombre se perdió, pintó en un muro de adobe la imagen que ahora se guarda en el templo de las Nazarenas. El año 1670, al pasar junto a una acequia y basural, Antonio de León vio la pintura de Jesús crucificado sobre este muro, que era lo único que quedaba de una antigua defensa militar. En 1655 un terremoto asoló Lima, pero el muro quedó en pie y olvidado por todos. Quince años después, a pesar de lo húmedo y olvidado que estuvo el mural, seguía en pie con la pintura como si nada hubiese pasado. Sorprendido por este hecho, Antonio de León arregló el lugar, construyó un altar y tuvo que detener su obra por un extraño mal que lo aquejó. Curado milagrosamente del mismo, con mayor fervor fue donde la imagen milagrosa, para honrarla con arpa, cajón y músicos.

En 1671 más de un centenar de personas se reunían para alabar con sus cantos y fiestas al Señor. Por el ruido, las autoridades mandaron destruir el muro, pero fue imposible. El día 14 de setiembre del mismo año, en que la Iglesia recuerda la exaltación de la Santa Cruz, se celebró por primera vez la Misa junto a la imagen. Entonces se añadieron las imágenes de la Virgen Dolorosa y San Juan, así como las del Padre Eterno y del Espíritu Santo.


El Cabildo de Lima dada su protección constante contra los terremotos, y al haber quedado intacta la imagen en la pared por estos movimientos, declara el 21 de septiembre de 1715 al Cristo de los Milagros como "Patrono Jurado por la Ciudad de los Reyes contra los temblores que azotan la tierra", y desde aquel momento quedó oficializado su culto entre los vecinos de Lima, quienes lo tenían ya como su devoción predilecta. A partir de ese momento fue llamado como se le conoce actualmente El Señor de los Milagros de Nazarenas.
Federico Dantón es alzado ante la imagen


El 20 de octubre de 1687 se hizo una reproducción de la imagen para poder ser sacada en procesión, ante los continuos temblores. En 1746 salió por segunda vez y después sucesivamente. Posteriormente a las andas se añadieron cuatro ángeles alados de plata maciza de un metro de alto y el arco de rayos de 33 puntas de plata bañada en oro.

Al reverso del Cristo crucificado se pintó la imagen de la Virgen de la Nube, muy venerada en el Ecuador tras la aparición del 30 de diciembre de 1696 en Quito, que entonces pertenecía al Virreinato del Perú.

Durante la colonia las sahumadoras eran esclavas negras que cotidianamente solían ser vestidas elegantísimamente por las poderosas matronas limeñas, y mucho más durante estas ceremonias. Muchos de los cargadores eran también esclavos muy devotos del Cristo de Pachacamilla.  Con los años el hábito morado fue popularizándose para esta ocasión.

En 1937, el alcalde de Lima Luis Gallo Porras, hizo entrega del Escudo de la ciudad, el cual fue colocado en el vértice superior de las andas del Señor.

En la actualidad la Hermandad del Señor de los Milagros cuenta con 20 cuadrillas cuyos postulantes esperan años antes de llegar a cargar en la procesión. La espera para ser  considerada sahumadora y cantora también es de años.

Ahora, con un peso de cerca de dos toneladas, es la procesión más grande del mundo, que se abre paso precedida de un séquito con un palio conteniendo una reliquia de la Santa Cruz y los milagros y favores concedidos ya son innumerables.