Comunicado del CONAMURI
La Coordinadora Nacional de Organizaciones de Mujeres Trabajadoras Rurales e Indígenas (Conamuri) se dirige a la opinión pública nacional e internacional para manifestar cuanto sigue:
Otra víctima más ha cobrado la mafia criolla del Paraguay; una mafia en donde convergen los intereses de la clase dominante: politiqueros exponentes de la derecha reaccionaria, sojeros, ganaderos, contrabandistas de armas, narcóticos y madera. A veces se trata, incluso, de los mismos individuos en diferentes facetas del crimen organizado.
El pasado 26 de noviembre, en horas de la siesta, el compañero Mariano Jara, militante y dirigente de la Conducción Nacional del Movimiento Campesino Paraguayo (MCP), un líder ejemplar de su comunidad, comprometido con la causa del pueblo, fue asesinado a quemarropa por un sicario hoy plenamente identificado, Luis Carlos Faustino, de nacionalidad brasileña. El hecho ocurrió en la comunidad de Santa Catalina, distrito de Curuguaty, departamento de Canindeyú.
Esta es una de las manifestaciones más sanguinarias de la derecha, que todavía se empeña en doblegar la voluntad de los movimientos populares para poner fin a la esperanza de millones de personas que sufren las nefastas consecuencias de un modelo depredador e inclemente que empobrece y, a la larga, mata, siempre mata.
Desde la Conamuri expresamos nuestra condena pública y el enérgico repudio que nos genera el asesinato del compañero Mariano Jara, comprometiendo, a la vez, al Ministerio del Interior, en la persona de Rafael Filizzola, y a la Fiscalía, pues este claro ejemplo de criminalización de la lucha social no debe quedar impune de ninguna manera y bajo ninguna circunstancia.
Exigimos, por lo tanto, el castigo del autor material y de los cómplices directos de este abominable hecho. Consideramos que los investigadores del caso deben llegar hasta los autores intelectuales y hacer justicia en la memoria de tantos compañeros y compañeras caídos en la lucha por un Paraguay mejor para todos y todas.
Nuestra más sentida solidaridad con la familia de la víctima y con los miembros del MCP. Esto debe ser un aliciente para pelear con más fuerza por el largo sueño de la reforma agraria integral en nuestro país. Que la rabia y la consternación sean activas y duraderas. Es hora de aunar esfuerzos en defensa de nuestras vidas y combatir la mafia asesina que actúa con toda arbitrariedad en nuestro territorio, bajo el amparo de ciertas autoridades corruptas del Estado. Sólo las organizaciones campesinas e indígenas, en constante movilización y vigilia, serán capaces de poner un alto en el camino que estos saqueadores y mercenarios recorren libremente.
¡Justicia para Mariano Jara!
¡No más crímenes contra la vida!
¡Reforma Agraria Integral para nuestro pueblo!
¡Globalicemos la lucha! ¡Globalicemos la esperanza!