Cancionero peruano
Por: Eliseo Venturo Ferré.

Abierto el debate. en “correomusical,” por don Alfredo Grados, sobre la autoría, recopilación, cambio de nombre , y registro en  APDAYC ,  del vals de antaño “El Pirata” cuyo nombre original es  “Mar de Sombras”,  poema  que aparece en el libro “PERISCOPIO” del reconocido escritor y poeta nacional Luis Berninsone, importante integrante de la brillante “Generación de Escritores del 900”, (1900-1940), tal como los son José de la Riva Agüero, Francisco García Calderón,  José Santos Chocano, Parra del Riego, Ciro Alegría, Jorge Basadre, Martín Adán, José Carlos Mariátegui, Xavier Abril, César  Vallejo, entre muchos otros no menos famosos, que integraban el grupo literario “Colónida”  que lideraba Abrahan Valdelomar, con quienes compartió el reconocimiento, erudito y público, nacional e internacional, de tal manera que Berninsone  no era un desconocido, cuanto y mas que su poema “Mar de Sombra, era cantadoen Lima y el Callao  como vals cuando nuestro querido y admirado Oscar Avilés Barco aún no había nacido, (1924).

He aquí  el poema:

 Yo no quiero una tumba, ni una cruz, ni coronas
 ni tampoco una lágrima (aburre oír llorar)
 ni siquiera que recen, sólo pido una cosa
 para el día en que muera, que me arrojen al mar


 Me alumbrarán cual cirios las luces de los faros.
 las boyas cual campanas se pondrán a doblar
 y entre las brumas frías de mi capilla ardiente,
 yo he de sentir salobre todo el llanto del mar

 Y así como he vivido al azar quiero irme
 a otras playas mecido por la hamaca del mar
 quiero buscar de nuevo mi corazón anclado
 en un lejano puerto ¡y muerto aún viajar!......


De este debate, en el que se han vertido valiosas  opiniones y aportes, tanto  de su promotor Afredo Grados; como de Jorge Álvarez von Maarck, Enrique López, Norman Cevallos, Frank Zamudio, José Antonio Leturia, INRI Cruz, Fernándo Rentería, Lalo Lanos, nos va quedando en claro lo siguiente:

1.- Que el poema  “Mar de Sombras”,  “Registrado en APDAYC“ con el nombre de “El Pirata”, (nombre tácitamente reconocido por autor, que nunca reclamó), como una “recopilación” de don  Oscar Avilés Barco, pertenece  al escritor y poeta nacional Luis Berninsone,  con varias obras publicadas y entregadas a la Biblioteca Nacional, (1900 -1952).  Entonces, como  única forma de registro de la propiedad intelectual de artistas y compositores, antes de la creación de APDAYC, SAYCOPE, INDECOPI  y otros organismos oficiales de registro la propiedad intelectual.

2.- Que tampoco la música del vals de la guardia vieja, “El pirata”,  le pertenece a don Oscar Aviles, tal vez si  un arreglo  de la línea melódica en la partitura (hecha  por alguien  que escribe música),  que es uno de los requisitos para registrar  en APDAYC., porque según dicen, no me consta, don Oscar toca de oído, no lee música.

3.- Que fruto de este Registro en APDAY, don Oscar Avilés, recibe los beneficios autorales que otorga esta institución y los beneficios morales que le otorga el público que cree que él es el autor de un  tema muy popular y muy escuchado desde antaño a la fecha.

4.- Que  todos los intervinientes en este debate han reconocido que efectivamente el tema es de Berninsone, sin embargo hay quienes tratan de justificar esta apropiación disfrazada de “recopilación” con argumentos contrarios a la ética, al derecho y a las buenas costumbres, nada justifica la apropiación de  lo ajeno o su frutos, aunque se trate de una persona muy querida, famosa y de extraordinaria trayectoria en el ambiente artístico nacional e internacional: Reconocido como la  Primera Guitarra del Perú, Patrimonio Cultural de la OEA, Doctor Honoris Causa de la Universidad de San Marcos y otras  merecidas distinciones, que debe dar el ejemplo.

5. Que, este asunto, a pesar que es vox populi, desde hace muchos años, no haya sido esclarecido, aún cuando ahora una  acuciosa investigación  ha sacado a la luz, con pruebas fehacientes, que el autor de “Mar de Sombra” o “EL PIRATA” es Luis Berninsone. Corresponde a don Oscar Avilés, caballero como es, y en generoso gesto de grandeza, RESTITUIR  el mérito a quien le corresponde, pues su  anónima “recopilación” tiene dueño conocido.