Luciendo la repugnante bandera chilena, señal de peruanos asesinados y territorios peruanos usurpados, esta mañana desfilaron los maricuecas de la fuerza armada chilena en la parada militar de este 29 de julio.
Victoria chilena es para siempre
Da la impresión de que Chile ha sometido a los militares peruanos a un lavado cerebral conducente no solo a que asuman con deleite su condición de eternos perdedores y derrotados1, sino, además, a que con su ejemplo derrotista provoquen que el pueblo peruano olvide los asesinatos y robo territorial de la guerra de 1879-1883 y la reciente usurpación de las cuatro hectáreas de Tacna con sus 36 000 km2 de mar y acepte como algo natural que flamee en nuestras calles la bandera de los chilenos ladrones, asesinos y terroristas.
Como los militares peruanos han renunciado a hacer respetar la integridad de nuestro territorio, Chile rata se considera con “derecho” a transmitir a la población peruana el mismo espíritu derrotista que tienen los militares peruanos.
Victoria chilena es para seguir dominando al Perú
A partir del arraigado concepto de que su victoria sobre el Perú es irreversible y eterna porque los militares peruanos están pintados en la pared, los chilenos entienden —y actúan en consecuencia— que el Perú está obligado a mantenerlos dándoles todo lo que a ellos les falta: posición geográfica2, tierras agrícolas3, agua4 intercambio comercial (Chile sería una garrapata seca si no comercia con el Perú), gas5 tránsito por mar y aire (triste caso de Lan-Latam)6, etc.
En otras palabras, la hegemonía económica y política de Chile en el Perú debe verse como resultado de su victoria militar, servilmente aceptada por los militares peruanos que nosotros mantenemos con nuestro dinero. La guerra que desató Chile para asesinar peruanos y robar territorios ha tenido y tiene un objetivo económico: obtener del Perú no solamente lo que les falta sino lo que les venga en gana.
Procesar la derrota
Al producirse una agresión prima en el agredido el instinto de conservación, que lo lleva a defenderse o huir. En el caso peruano, en la guerra de 1879-1883 la fuerza armada y la población resistieron hasta donde fue posible, no huyeron. Pero no se sacó la lección de tipificar a Chile como peligro mortal para el Perú, que igual nos hace daño atacando como un perro rabioso (guerra) o metiéndose en la economía del Perú (parasitismo chupasangre).
La lección de la historia debió llevarnos a mantener distancia con los chilenos, para evitar males mayores. Sin embargo, la corrupción de políticos, comunicadores, empresarios y diplomáticos nos ha llevado a la escandalosa claudicación de tolerar una chilena en el gabinete de ministros peruanos, lo cual es, ni más ni menos, demostración evidente de que los gobernantes peruanos han convertido a nuestra patria en colonia de Chile, que no confía en sus títeres peruanos y pone directamente a la ministra Carolina Trivelli7 para controlar y supervisar a la chusma de peruanos corruptos y vendepatrias que se sometieron al mandato de la atorranta chilena.
Reflexión para ganadores
Pese a lo negativo y vergonzante que resulta ver al Perú derrotado y perdedor consintiendo el robo territorial y la presencia desafiante de las vencedoras garrapatas chilenas, hay un aspecto que puede ser útil para la reflexión de los militares peruanos. Estos compatriotas, lamentablemente, son instruidos y educados para que tengan un respeto religioso por los robos territoriales chilenos, un respeto que les ha impedido recuperar Arica y Tarapacá y que ha traído como consecuencia la usurpación de las cuatro hectáreas de Tacna con sus 36 000 km2 de mar.
O sea que los rateros chilenos han llegado a la conclusión de que los militares peruanos disfrutan de su condición de derrotados y perdedores8 y dejan que los enemigos hagan lo que quieran con nuestra maltratada y traicionada patria. Los militares peruanos no se atreven a cumplir sus deberes porque tienen miedo de ser vencedores. Y he aquí lo que nos importa: cuando desfilan en Lima los rosquetes chilenos uniformados que ha enviado la ratera fuerza armada de Chile, se comprueba que el vencedor no sufre, más bien goza humillando al vencido.
Entonces, ¿por qué no ser victorioso?
Además, el vencedor —como se ve en el caso de las ratas chilenas uniformadas— está incólume, se pasea en la tierra de sus sirvientes derrotados, en la mismísima capital del Perú. Que esto sirva para que los militares peruanos entiendan que es muy bueno ser vencedores, y que algún día podrán desfilar victoriosos en Santiago; pero desfilar victoriosos habiendo recuperado Arica y Tarapacá y no desfilar como derrotados monos de feria o arlequines estropajosos, que es la triste impresión que hasta ahora dejan cuando aceptan invitaciones de los rateros de la fuerza armada chilena.
¡Abajo los tres mandamientos!
Hasta el día de hoy los chilenos se han asegurado la pasividad y colaboración de los militares peruanos mediante la imposición —manu militari o manus rupta9— de una contundente triada de mandamientos que tienen más eficacia y credibilidad que la Ley de Moisés:
1) El robo territorial de Arica y Tarapacá que Chile perpetró es totalmente correcto y compatible con el derecho internacional, por lo que corresponde a los peruanos el respeto sagrado de la usurpación territorial chilena;
2) La recuperación de Arica y Tarapacá —y ahora del Triángulo de Tacna— sería una violación monstruosa del derecho internacional y una terrible alteración de la paz y buena vecindad;
3) Mejor es vivir derrotado y perdedor que morir ofendiendo a Chile.
Es necesario que nuestros militares rompan las cadenas y liberen sus mentes, una vez que mediten entenderán que no es bueno acatar la voluntad de los enemigos vencedores; y que si no se va a destruir a tales enemigos, por lo menos hay que estar lejos de ellos y nunca ser amigos ni invitarlos a deshonrar al Perú en un desfile militar.
“Amistad” “Otro motivo que fortalece la amistad con los militares peruanos es —según los chilenos— que Chile al haber adquirido la empresa Nextel se ha convertido en celoso y comprensivo guardián de los datos personales y comunicaciones de los militares peruanos, que deben estar agradecidos por ese control y custodia que ejercen sus vencedores chilenos.” |
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1 Leer Resultado de reunión “2 + 2”: Empieza control chileno de la fuerza armada del Perú y Chile quiere que Perú acepte robo de Triángulo de Tacna y siga facilitando parasitaria dominación chilena.
2 Leer Error geopolítico: Alianza del Pacífico, trampa chilena para colonizar el Perú y Lumpen periférico: Chile al acecho.
3 Leer Estado chileno adquiere más tierra en el Perú y El Peón de Sipán: Irrigación Olmos es para los chilenos.
4 Leer Chilenos con el agua de Tacna y Puno en la mira y Chile arremete contra aguas peruanas en la frontera.
5 Leer Ejército chileno desea quemar gas peruano para su electricidad, Traición: Gobierno de Humala defiende corrupta exportación del gas para beneficiar a Chile y Instalaciones de gas domiciliario con metas inferiores a las de un país subdesarrollado, para favorecer a Chile.
6 Leer Otro parásito chileno: aerolínea PAL se enquistaría en el Perú en 2014 y Oscuros intereses someten los cielos peruanos a la chilena Lan,
7 Leer Carolina Trivelli: Chilena por convicción, peruana por ambición y No basta con ministra chilena Trivelli, ahora ministro chileno escribe editorial en diario oficial El Peruano.
8 Leer Desminado conjunto: Perú adulón de sus vencedores y ¡Qué vergüenza! Militares peruanos objeto de befa y escarnio chileno.
9 En latín, ‘mano rota’.
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