La candidata Keiko Fujimori no vale un comino
por Duilio de la Motta C.*
Debemos poner en claro que esta señora, como congresista, puso de manifiesto su incapacidad para aspirar a la primera magistratura del país, sencillamente no hizo nada y fue la que más faltó. Se puede argüir, que en los últimos 21 años nos han gobernado un corrupto, ladrón y asesino: un mediocre y el actual un ególatra, típico orador de plazuela. También debemos dejar en claro que el crecimiento hubiera continuado, con ellos o sin ellos, el crecimiento fue por la subida de precios en los minerales. El Perú actual ya no necesita esa calaña de gobernantes y el continuismo de keiko ha hecho mucho daño. Hoy más que nunca necesitamos un gobernante con mentalidad de cambio, incorruptible y con un programa con posibilidades de ejecución de lo que necesita el Perú.
No estamos en condiciones de elegir por elegir, al margen de las lacras sociales que existen en nuestro país , el Perú ha suscrito la Declaración del Milenio en la ONU, esto significa:
Erradicar la pobreza y el hambre,
Conseguir la educación universal para primaria,
Promover la igualdad de género,
Reducir la mortalidad infantil,
Incrementar la salud materna,
Combatir el VIH/SIDA y otras enfermedades endémicas,
Asegurar la sostenibilidad medioambiental y
Forjar la colaboración mundial para el desarrollo.
Para que se tenga una idea de cómo nos encontramos sobre la tuberculosis, Lima ocupa el primer lugar, por cada cien mil tenemos 192, Sao Paulo 59, Buenos Aires 30 y Cuba solo 7. Datos de la Organización Panamericana de la Salud, quien nos califica como país de ALTO RIESGO. Candidato que ofrezca más de lo mismo, no podrá cumplir con las metas del milenio ni con las más urgentes que tiene el país. Keiko Fujimori ha repetido hasta la saciedad que su padre fue un gran presidente ¿Se puede esperar algo de mejoras con esa mentalidad?
Ella jura y vuelve a jurar que no va hacer lo que hizo su padre, sin embargo ha vuelto a llamar a todos los que acompañaron a su padre. Yoshiyama, Palomino, Klimper, Trelles, Luna Victoria, Absalón Vásquez, Rafael Rey. Todos participaron en la campaña y elaboraron el programa de Keiko. ¿Se puede tener confianza en esa gente? Para completar el panorama, solo faltaron Vladimiro Montesino, los presos y delincuentes fugados. Estos elementos que implantaron el régimen más corrupto de la historia republicana, presenciaron indiferentes el terrorismo de estado, fueron partícipes de la compra de conciencias y medios de comunicación, fueron cómplices del sometimiento al pueblo. Con todo ese bagaje tenebroso, Keiko Fujimori en una actitud canallesca, trae nuevamente al triler, como que nada hubiera pasado en nuestro país. La sola presencia de ella en la arena política ya es una afrenta al pueblo, pero traer individuos que trabajaron con Alberto Fujimori y Vladimiro Montesinos es una provocación perversa y descarada, es un acto de cinismo y amenaza al pueblo, desde todo punto de vista es un grave atentado contra la dignidad de los peruanos.
Si Keiko hubiera querido borrar todo lo hecho por su padre, hubiera comenzado por liberarse de los buitres que acompañaron a su padre, pero esta señora es tan sinvergüenza que los tiene en su Plan de Gobierno o como asesores. Se suma a esta actitud provocadora de Keiko, revivir carroña política, consideramos como un desprecio a la dignidad del pueblo peruano haber puesto como congresistas a Martha Chávez, María Cuculiza, Luz Salgado, Martha Hildebrandt, un masturbador de perros y otros más sin pasado político pero con muchas ganas de seguir la trayectoria de la carroña política. Además de ésta lista sacó 3 candidatos relacionados con el narcotráfico. ¿Alguien puede creer que con asesores y congresistas de su padre van hacer algo bueno? Sin duda alguna estos malandrines no van a rezar el bendito, esta gente viene corregida y aumentada, con intenciones de superar lo que hicieron con Alberto Fujimori. Solo analicen la fiereza y bestialidad de Martha Chávez, aún no ha juramentado y ya lanzó su grito de venganza contra el vocal supremo Cesar San Martín. El pueblo debe tener presente esta sentencia popular “gallina que come huevo aunque le quemen el pico”.
En cuanto el perdón pronunciado por Keiko, debemos aclarar que ella no es la que tiene que pedir perdón por los hechos de su padre, Keiko debió disculparse como testigo de todos los crímenes que cometió su padre, de la desaparición de 6 mil millones de dólares de las empresas vendidas, de los más de 900 mil dólares que costo su educación y la de sus hermanos. Debió disculparse por haber sido testigo presencial de todos los desmanes de su padre y Vladimiro Montesinos en la venta de las empresas del estado, la compra de chatarra militar, de aviones usados, de conciencias, de medio de comunicación, de torturas a Leonor la Rosa y a su propia madre, del saqueo de la Caja de Militar de Pensiones, de la Compañía de Seguros Popular y Porvenir. También debería de disculparse por no denunciar la sociedad de su padre con los delincuentes japoneses Takashi Ono, Kiyokatsu Igarashi para fundar la sociedad “Gran Capital del Perú SAC” para estafar incautos, según detalla Silvana Vega Arata en sus investigaciónes. Keiko debió aclarar su culpabilidad como testigo ocular de las mañas de su padre. Ella no es Cristo para pedir perdón por los delitos que cometieron otros. También debió devolver todo lo sustraído por la familia Fujimori, hoy disfrutan de lo robado en el Japón.
*Periodista CPP Nº 11-2492
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