Cuando Fujimori estuvo a punto de ser linchado por el pueblo: El discurso más breve del dictador
Iván Vásquez P.(*)  

Historia de luchas contra la dictadura fujimontesinista.

"Para que la historia fujimontesinista no se repita debemos retomar la lucha en las calles y plazas contra su heredera"

Todo empezó a mediados de 1998, cuando un pequeño grupo de jóvenes decidieron plantarse en plena calle, con la mirada encendida y la boca seca de tanto gritar: ¡dictadura no, democracia sí!, otros hacíamos lo mismo en las aulas universitarias y partidos políticos, pronto se consensuaría la Unidad y la formación de un sólo Frente Unico contra la dictadura fujimontesista dando así inicio a la lucha hasta su derrocamiento, el resto es historia ya conocida, cabe resaltar que esos jóvenes iniciadores eran del partido comunista.

 

Pronto nos llegó la noticia de fuentes confiables, una alentadora noticia que esperábamos con ansias, Fujimori llegaba a Huancayo iniciando así su gira re-reeleccionista, era el primer domingo de abril del año 2000, un día que Fujimori y la mafia fujimontesinista jamás olvidarán.

Días antes los dirigentes y líderes organizadores fuimos citados a Seguridad del Estado, amedrentarnos era el objetivo dictatorial, pero todo fue vano, estábamos curtido y decidido a iniciar una revolución insurreccional -mandato constitucional- incluso a costa de nuestras vidas, el objetivo era capturar al dictador Fujimori, la convocatoria había surtido efecto y había un fraterno compromiso del pueblo huanca.

Esa noche el comando de dirigentes Juveniles contra la dictadura no durmió haciéndo los preparativos, los que liderábamos la protesta no pegamos ojos, también eran dos días que no dormíamos en nuestras hogares para no ser capturados por los esbirros del SIN, nada podía fallar, teníamos fuentes confiables dentro del ejército y la policía que nos alertaban, amigos de uniforme verde que en su mayoría eran compañeros universitarios; pero había un cierto temor, la información indicaba que agentes de la marina de guerra llegaban junto al dictador, y todos sabíamos lo despiadados que eran esos militares.

Llegó el día "D", sólo los dirigentes y el comando juvenil sabían de la acción a tomar y el objetivo de la insurrección, el plan de contingencia y otras medidas si fugaba el dictador. Desde muy temprano tomamos posición en la Plaza Huamanmarca, donde estaba el estrado, divididos en cuatro flancos, las pancartas con palos gruesos, las bolsitas de pintura amarilla y roja, las tirachinas, los tomates y una planta tipo vainita que cuando se pisaba olía a mil demonios era nuestra arma secreta que dio resultados sorprendentes.

Los camiones no cesaban de llegar lleno fujimoristas engañados, personas traídos de las alturas como ganados y recompensados con bolsas de víveres, cientos de ronderos con polos de Perú 2000 armados hasta los dientes con palos, lampas, piedras y cadenas, también se divisaba claramente esbirros del ejército y de la marina de guerra haciendo el trabajo sucio de la provocación, el panorama cada vez se hacía más gris e inalcanzable, más aún cuando hizo su ingreso un centenar de policía antimotines que cerraron las arterias principales de ingreso a la plaza donde se anunciaba la llegaba el dictador Fujimori.

 

Huancayo abril del 2000. Esquina de la calle Real y Loreto, se aprecia el mar humano de más de cuatro cuadras en repudio al dictador Fujimori. La misma magnitud de personas se apreciaba en la Calle Real y la Calle Piura hasta Tarapacá (4 cuadras de multitud contra el dictador). Frente al estrado fujimorista, cruzando la plaza, estaba el Hotel de Turistas (donde cayó Víctor Polay) que interconectaba con tres calles, del mismo modo, se veía el  mismo panorama y el mar de gente en repulsa contra el dictador. (*)


A pesar de los inconvenientes, la moral no se mermó en absoluto entre los líderes y dirigentes, cada uno de ellos sabía su papel a cumplir, porque a la guerra se va a luchar o a morir, eso lo teníamos claro. El Frente Juvenil contra la Dictadura encabezados por la FEP era el que tenía que romper con el cerco policial y el grupo de choque fujimorista. La CGTP, CIPUL, FRESH, FENDUP, y otros, gremios cumplieron su rol asignado de movilizar al pueblo. El pueblo respondió a nuestro llamado y cánticos, eran más de Quince mil huancainos reunidos y decididos a expulsar de su plaza al dictador de marras.


Semanario Página 20, Pag. 6 (*)

Fujimori hizo su aparición en el estrado preparado con una inmensa bandera peruana bicolor, nadie se percató como llegó, fue de improviso, la silbatina y rechifla eran tan fuerte que apenas se le escuchaba al nipón dictador, cada vez que hablaba era callado con los gritos y cánticos de protesta, la insurgencia civil ya había empezado sin darnos cuenta, dentro de la plaza empezó el enfrentamiento con el comando juvenil preparado para ello, llamando atención de sus huestes, el dictador se dirigió y les dijo: "Me han informado que unos universitarios iban a venir a protestar, pero no los veo, esos no son universitarios...., esos son Terroristas...", estas palabras caldeo más los ánimos y la sangre llegó al río.

Dirigente H. Vilchez, primera víctima de la insurgencia civil, esto sólo era el comienzo de una verdadera batalla campal, que como germen se expandió a nivel nacional. (*)

En una acción coordinada, se rompió con el cerco de la calle Real y Loreto, al mismo tiempo las calles aledañas al Hotel de Turistas, calle Ancash, Ica y Huamanmarca, luego de la calle Piura y Real, el dictador Fujimori apenas habló 3 minutos y 40 segundos aproximadamente, fue el discurso más breve de su historia dictatorial y lumpenesca, fue un discurso lleno de incoherencias por el nerviosismo y voces de protesta, el mar humano era incontenible, nada podía detenerlo. Su seguridad o escolta -SIN y SIE- se percató que el dictador nipón estaba cercado y se dieron cuenta que el objetivo de la insurgencia, que era capturarlo, a espaldas del estrado, calle Ica y Arequipa también lo esperaba otro comando juvenil para cogerlo. Mientras la batalla campal seguía en plena plaza.

Mercenarios, Ronderos, agentes del SIE, SIN y Marina de Guerra fueron los infiltrados y grupo de choque contra el pueblo enardecido que cumplió el mandato constitucional de hacer una Insurgencia Civil frente a un gobierno ilegítimo y dictatorial. (*)

Hubo un descontrol total de los agentes policiales y de seguridad, la escolta personal del dictador no tuvo tiempo ni de sacar sus armas de reglamento, fue en esos momentos que un comando juvenil irrumpió decididamente y se le acercó al dictador a menos de medio metro, fue medio metro que salvó al dictador de marras de ser capturado.

En contados segundos y desarticulando por completo a las huestes fujimontesinistas, los líderes y el pueblo huanca tomó por completo el control del estrado principal, que a escasos minutos estaba como orador principal el dictador Fujimori. (*)

Fujimori lleno de nervios escapó por las instalaciones de la compañía Telefónica que daba exactamente a espaldas del estrado improvisado, fue en esos que su seguridad se dio cuenta de la magnitud de la insurgencia revolucionaria, es cuando dieron la orden de: "arremeter contra los manifestantes con todos los medios", pero ya era demaciado tarde, más de quince mil huancainos había reducido a los antimotines, esbirros y a su grupo de choque.

En sus camionetas 4 x 4, el dictador Fujimori fugó raudamente; pero todo estaba planificado, otro comando juvenil lo esperaba a la salida de Huancayo que ya había bloqueado la carretera, justo a pocos metros antes de llegar a la Universidad Nacional del Centro del Perú, fueron alertados de la emboscada y decidieron fugar por la antigua carretera de la margen izquierda del río Mantaro que va hacia el aeropuerto de Jauja, en su loca huida se estrelló una camioneta sufirendo las consecuencias dos periodistas. Fujimori finalmente fugó como un cobarde en una avioneta con el rabo entre las piernas y maldiciendo a los líderes juveniles a quienes les llamó: terroristas.

El cobarde dictador nipón terminó fugándose en una avioneta. Fujimori nunca olvidaría Huancayo, a su pueblo y ni a sus líderes corajudos que le plantaron cara y desafiaron a un ladrón, corrupto y asesino que hoy purga 25 años de prisión y con el peligro de que salga en libertad si hay fraude y gana vástaga que fue cómplice de su padre. (*)

Esta insurgencia fue el preludio y el comienzo a nivel nacional de la Insurgencia Civil contra un gobierno espurio y dictatorial, un gobierno ilegítimo, fascista, asesino y corrupto que compró conciencias al peso del dólar, a los medios de comunicación los prostituyó y emputeció todos los órganos del estado. El 28 de Mayo del mismo año, día del fraude electoral, se realizó la insurgencia popular jamás vista en la historia peruana y ocultada por los medios de comunicación, la marcha de los 4 Suyos, sólo fue una réplica; pero había algo que nos preguntábamos y nos rondaba la cabeza, de capturar al dictador, ¿qué hubiésemos hecho?, con honestidad, hasta la fecha me sigo haciendo esa pregunta, que tal vez nunca tenga una respuesta precisa, ya que eran en circunstancias donde se jugaba la vida y el destino de 29 millones de peruanos, más que nuestras vidas propias.

El pueblo victorioso hizo fugar al dictador Fujimori, en algarabía y júbilo revolucionario el pueblo huanca recorrió más de 20 kilómetro de la calle Real, avenida principal de Huancayo, con la bandera peruana de más 15 metros de largo, arrancada del estrado fujimorista como trofeo de lucha combativa, todos los locales del espurio Partido Perú 2000 fueron reducidos y su inmobiliario quemado, los paneles fujimoristas arrancados, sus pintas ensuciados con barro líquido que fue más efectivo que la misma pintura (un método muy usado por la economía), no quedo nada en Huancayo que significara a Fujimori. Diez años de dictadura y corrupción hizo que despertara el patriotismo peruano y su espíritu revolucionario.

Más de quince mil huancainos recorrieron las principales arterias de Huancayo, vivando la expulsión del dictador y rechazando a la dictadura. ¡Democracia SI, dictadura NO! se escucho con eco en los cerros testigos de la más grandiosa gesta heroica de un pueblo cansado de un gobierno corrupto y dictador.

Ahora la historia quiere repetirse, corremos el peligro y la misma amenaza mafiosa con la hija del ladrón y asesino Fujimori, corremos peligro de que los delincuentes, asesinos, corruptos y mafiosos que nos gobernaron durante una década vuelvan hacerse con el estado de todos los peruanos.

Hacemos un llamado a todos los dirigentes juveniles, universitarios, de gremios sindicales y asociaciones para luchar contra esta lacra mafiosa y amenaza latente, no es posible que con los mismos métodos que utilizó su ladrón padre -el kilo de arroz, el kilo de frijol, el kilo de azúcar y el aceite- nuevamente compre la conciencia del pueblo adormilado y con hambre, producto de 5 años de desamparo social por el gobierno alanista.

Keiko Fujimori debe ser expulsada de toda Plaza, mercado o calle por la que transite, porque es enemiga de los intereses patrios, porque fue cómplice de su ladrón y asesino padre, porque nunca se pronunció a sabiendas de la corruptela y de lo que hacia su progenitor padre, porque permitió el abuso y tortura contra su madre y miles de peruanos, y porque se educó con dinero robado del erario público.

El pueblo peruano no ha luchado exponiendo hasta su vida, para que estos mafiosos fujimontesinistas vuelvan nuevamente a dirigir el gobierno de todos los peruanos, menos en complicidad del gobierno Alanista, que es igual de corrupto que el fujimontesismo.

No lo permitamos, repudiemos y rechacemos a la hija del ladrón y asesino Fujimori, encuentre donde se encuentre, porque en toda lucha hay un principio que se llama: Consecuencia y los luchadores sociales somos consecuentes.

(*)Ex Coord, Gral. Frente Juvenil contra la Dictadura Huancayo
Ex dirigente nacional FEP.

(*) Semanario Página 20, Año 02 Nro. 38. Edición del 06 al 16 de abril del 2000