¡Miedo, terror y espanto!: medios al borde de un ataque de nervios

por María del Pilar Tello*

Lo que hemos visto este domingo 8 de mayo en los programas televisivos nos revela el grado de miedo, terror y espanto que tienen ciertos sectores a los resultados del 5 de junio. Ollanta Humala convertido en diablo genera un pánico que los medios no disimulan y se colocan sin rubores al servicio del fujimorismo. Sin objetividad dan un espectáculo grotesco, generando rechazo al victimizar a Humala, asegurando el efecto bumerán.

 

La emboscada a Humala que protagonizaron Aldo Mariátegui y Mónica Delta en el Canal 2 es de antología, sin respeto alguno al invitado ni al público, optaron por el sarcasmo y la burla que ningún periodismo profesional de calidad admite. Se descalificaron a sí mismos portándose como inmaduros escolares haciendo catarsis frente a un supuesto enemigo.

Víctimas de sus propios miedos, se ven ante la catástrofe y pierdenlos papeles, agotan recursos económicos y de los otros, importan guerreros como Hernando de Soto y Jaime Bayly. Pasan por alto lo que significó el gobierno de Alberto Fujimori, la corrupción, la ruptura de la institucionalidad y las violaciones de derechos humanos.

Santifican a KFujimori mientras atacan a OHumala, usan el fantasma del dictador venezolano Hugo Chávez y no tocan al dictador peruano Alberto Fujimori. Ignoran la vuelta del entorno fujimorista que es el mismo del padre de la candidata pantalla. No quieren ver la repulsiva continuidad. La ciudadanía se pregunta por qué tanto nerviosismo.

No es para tanto. Humala es sólo un nacionalista, no es un  socialista como Lula o Bachelet. Su opción no es radical, es dialogante y concertadora. Con el Parlamento dividido deberá buscar acuerdos y alianzas para aprobar leyes. Y en cuanto al modelo no hay problema, está asegurado. Las estrechas posibilidades de cambiarlo se darán dentro de lo que permitan la globalización y los centros de poder. Así ha sucedido en todos los gobiernos izquierdistas de la región que colocaron a liberales para dirigir las economías nacionales. Ollanta no será la excepción. Las autarquías son imposibles, por eso ya anunció a un independiente como Ministro de Economía. En los siguientes días lo veremos abundando en esta actitud que se impone a todos los países que se sientan a la mesa globalizada.

Si nuestra derecha tuviera la lucidez y la valentía de un Mario Vargas Llosa otro sería el cantar. Si se diera cuenta que se requiere un gobernante como Humala para aplacar los conflictos sociales que desestabilizan el sistema celebraría su llegada y no estaría exagerando al paroxismo sus propuestas ni viendo un revolucionario donde solo hay un candidato con sensibilidad social. La ambición convertida en angurria los obnubila y los hace caer en el ridículo.

No están en riesgo ni la estabilidad de la banca ni de los capitales en soles o en dólares, tampoco la bolsa de valores ni los ahorros, ni las AFP, ni las propiedades, ni nuestros hijos, ni la estabilidad democrática ni la alternancia en el poder. Si está en riesgo la impunidad de las mafias, sus corruptelas permanentes y su práctica depredadora. Por eso temen y les angustia la bandera anticorrupción.

No les interesa la pobreza ni el abandono de los ancianos, ni los salarios paupérrimos y el desempleo crónico y menos los servicios de salud porque estos déficits son costos considerados inherentes al sistema.

Las propuestas de Humala responden a una mínima racionalidad en defensa del país y de los menos favorecidos: impuesto a la sobre ganancias mineras, pensión a los adultos mayores de 65 años, atención prioritaria a la salud, a la educación, a la ciencia y a la cultura, crédito en provecho de la pequeña y mediana empresa. Y sin embargo no hay terror cuando la candidata fujimorista asume con total desparpajo aspectos de esta propuesta.

Estamos ante una renovada compra de los grandes medios de comunicación que se hace con los millones de dólares que vienen de las mafias, muchos de cuyos capitostes están a la espera de salir de las prisiones donde purgan condenas. Con esos dineros también reparten víveres a cambio de votos aprovechándose de la pobreza como lo denunció el diario hispano El Mundo en hecho que para la prensa nacional es habitual y no merece denuncia.

Como ya dijimos no estamos ante una votación ideológica. Mucha gentede la derecha votará por Humala por ser la opción de la decencia frente a las mafias de todo pelaje que suman esfuerzos y dinero para demoler a Humala de forma tan obvia y patética como lo hace Bayly, insultando la inteligencia y la sensibilidad de los peruanos.

Nada tan evidente como el editorial de El Comercio de ayer 8 de mayo que pregunta “¿Respetamos a quienes piensan distinto de nosotros, que no comparten nuestra postura política o ideológica?”. Y lo hace a propósito del condenable ataque a Jaime de Althaus pero hace oídos sordos ante la emboscada y el irrespeto del dúo Aldo-Delta. Y agrega el mismo editorial “En este contexto no podemos soslayar que en las pasadas elecciones del 2006 el candidato Ollanta Humala expresó su admiración por el régimen chavista”. Pero si puede soslayar que en las presentes elecciones la candidata Keiko Fujimori expresó su admiración por el gobierno dictatorial de su padre que hizo trizas la libertad de expresión y sirvió de modelo al dictador venezolano. Este es el  periodismo que defiende una opción en tanto descalifica la otra. Que tal libertad de prensa!! Que tal pluralismo!!

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