El Perú nos necesita
Por Germán Gálvez Brandon
El desarrollo de la nación en los próximos cinco años que nos esperan, obligan a la ciudadanía a no equivocarse y saber qué es lo que más conviene para que podamos brindarle a nuestra población los niveles de vida que le corresponden, con los lineamientos para un porvenir halagüeño; lo que hasta ahora ha venido siendo disfrutado por los inversionistas extranjeros, que disponen de nuestras riquezas naturales en tanto nuestra población se encuentra afligida por la pobreza y deambula de un lugar a otro sin lograr avizorar un futuro mejor, al que tiene derecho por haber nacido en nuestra bendita tierra, explotada sin conciencia por grupos de indeseables que no reparan mientes en el daño irreparable que han causado a la familia peruana.
Hoy que concurriremos a las urnas electorales, debemos optar sabiendo que una joven, la señora Keiko Vito, esposa del ciudadano norteamericano Mark Vito, se encuentra por tanto, afecta a las leyes americanas, ostentando la nacionalidad norteamericana, y con ello todas las obligaciones ciudadanas que le corresponden al señor Vito. A esto se suma que por su origen japonés, como hija de Alberto Fujimori Fujimori, el nefasto expresidente, hace a ella también, dependiente del Imperio del Sol Naciente. Además, portadora de todos los delitos de su padre y fatalmente por nacimiento, peruana, educada en los Estados Unidos con los recursos sustraídos a la nación. No obstante, se le permite ser candidata a la presidencia, poniéndonos en grave riesgo frente a los intereses contrapuestos de otras latitudes, como los mercados norteamericanos y japoneses, de la que es súbdita y hace inaceptable su candidatura, al tener que intermediar representando nuestros intereses de salir elegida.
La nación debe tomar clara conciencia de que los seguidores del fujimorismo, muchos de ellos sancionados por la justicia, tienen un acopio de fuerzas revanchistas que gravitarán irremediablemente sobre todo aquél que directa o indirectamente puso en evidencia los delitos cometidos y contribuyó a la sanción correspondiente, y solo esperan su reinstalación en la conducción del país para sancionar a quienes evidenciaron el fraude y el latrocinio a que estuvimos sometidos por aquéllos que detentaban el poder en esa época aciaga.
El hecho de que se contrate al señor Jaime Bayly desde Miami, para que desde allí desacredite al Sr. Humala, muestra el camino encubierto de una trayectoria de iniquidad sin límite de este personaje, entregado a desacreditar a los gobernantes, haciendo lo que le da la gana de la honra ajena, y la de su propia familia. Tratando de generar el pánico comentando supuestas nacionalizaciones y estatizaciones de su magin exaltado, psicopático.
Al Sr. Bayly se le ha sumado el Sr. Hernando de Soto, de quien hace poco se mostró la defensa que hizo de Alberto Fujimori por su golpe de Estado - hecho que se puntualiza en el semanario “Hildebrandt en sus trece” Nª 54, del 6 de mayo pasado, logrando que se le reconsideraran las sanciones impuestas internacionalmente, con las mismas razones y argumentos que a Chávez, burlándose de la opinión nacional, al plagiar un trabajo hecho para Venezuela por un profesional en la materia, contratado por él mismo.
No somos ciegos para no darnos cuenta de que con el quehacer desafortunado de uno y otro personaje para encubrir a la señora extranjera nacida en el Perú, expondrán intereses nacionales a riesgos inmanejables, contrapuestos con los de otras nacionalidades, y nuestras estrategias de acción serán interferidas por quienes indebidamente pretenden dirigirnos ante la vista y paciencia de todos los que deseamos otro destino. No es posible que en un proceso electoral se pretenda idealizar a una persona cuya labor desafortunada en el Congreso de la República le permitió disponer a su antojo, de más de un año de tiempo útil remunerado, que posee un entorno delictuoso y nacionalidades ajenas a nuestros intereses, contrariando la seguridad y el desarrollo nacional, levantando cargos indebidos a su oponente, nacido en el Perú, con esposa también peruana, con el antecedente de haber servido a la patria, siendo su enfrentamiento transparente ante el abuso, superando el error hasta lograr conformar un equipo de gobierno y un plan nacional que permitirá de una vez por todas, la posibilidad de brindarle niveles de vida adecuados a todos los peruanos, suscribiendo el Acuerdo Nacional como políticas de Estado y combatiendo la explotación indiscriminada de todas nuestras posibilidades de desarrollo, que están promovidas hoy por los sectores tradicionales que se han enriquecido sin piedad, olvidando el hambre y la necesidad que aflige a miles de nuestros trabajadores y mantiene desocupado a un importante contingente de ellos.
El candidato miembro de nuestra Fuerza Armada en situación de retiro, ha logrado formar y ofrecer un equipo de técnicos calificados con profesionales adherentes que son sin lugar a dudas los garantes de un propósito nacionalista, tan esperado por la ciudadanía y que inexplicablemente tiene que competir con un personaje singular que no brinda seguridad alguna solo por el hecho de haber nacido en el Perú y tener más de una nacionalidad que le exigirá obediencia ciega, poniendo al Perú en manos de EEUU o de Japón, según convenga a los intereses de los agentes extranjeros que pululan en todas las actividades productivas de la nación. Más aún, en las más rentables, que son las que permitirían cambiar el status quo en el corto plazo con un gobierno nacionalista, sin atentar contra la propiedad, como se ha ofrecido, ni contra los medios, servicios e industrias que cumplan con las leyes del país y equitativamente con los impuestos que la nación impone.
De elegirse a un personaje con estas características y antecedentes para gobernar, en el mejor de los casos continuará la exacción de los bienes nacionales, la esclavitud y muerte del trabajador minero y la conducción de todos los negociados que hay, bloqueando el desarrollo y exfoliando nuestros bienes naturales, mientras que el desnutrido morirá de TBC y los casinos seguirán su juego insensible de cada día.