Cipriani defiende a Cipriani pero hace creer que toda la Iglesia lo defiende

Cipriani promueve idolatrías

Sin ningún respeto por la misa, más precisamente, la Santa Misa, el cardenal Juan Luis Cipriani volvió a pisotear a los católicos y a Dios al ordenar utilizar el púlpito contra el escritor Mario Vargas Llosa, convirtiendo la liturgia en una sucia manifestación política utilizando diversas parroquias limeñas para ello.

 

Cipriani defiende a Cipriani

Tras las denuncias en los medios, la Arquidiócesis de Lima, que dirige Cipriani, salió a decir que el cardenal nada tiene que ver en el hecho. Es decir, que él mismo sale nuevamente a levantar olas en la opinión pública para defenderse, pero suelta una falacia al hacer creer que la Arquidiócesis es toda la Iglesia, cuando es el mismo Cipriani, nadie puede hacer nada sin su consentimiento, mucho menos si se trata de un miembro del dictatorial Opus Dei, como es este cardenal.

La Conferencia Episcopal, máxima autoridad en la Iglesia Católica, no ha defendido a Cipriani. Por el contrario, hay voces, como la de monseñor Luis Bambarén, que recuerdan que el púlpito no es para realizar declaraciones políticas, como hizo Cipriani, quien ofende así a los católicos.

Para difundir comunicados Cipriani tiene un programa en RPP, el cual pudo usar, pero no fue suficiente para él, una vez más tuvo que burlarse de Dios y de los católicos.

Esta conducta de cardenal es ya contumaz y los católicos de verdad se preguntan si Cipriani ha hecho pacto con el diablo o si está poseído. Para un creyente ambas cosas son probables.

No obstante, continúa haciendo el papel de víctima diciendo, por ejemplo hoy: “se puede envolver en pergaminos de cultura un permanente maltrato al cardenal”, con lo cual persiste en su conducta y en atraer la atención sobre sí mismo, en lugar de dedicarse a la labor pastoral que le corresponde.

En el comunicado, que se difundió, claramente se hace política y dicen que Cipriani merece respeto no solo por ser persona sino también porque es “cabeza particular de la iglesia” y que la Iglesia respeta la vida y los derechos humanos, pero cardenal calificó de “cojudez”  hace años, pero ahora disimula diciendo que dijo “cojudez” a las organizaciones de derechos humanos.

Idolatría

La Santa Misa merece el máximo respeto y en ella los fieles se congregan para adorar a Dios, que debe ser el centro de la liturgia.

Cipriani busca sustituir a Dios con él mismo, porque usa la ceremonia para atraer la atención sobre sí mismo y sobre el delincuente Alberto Fujimori y su hija, con lo cual perpetra un acto de idolatría.

¿Los fieles no pueden hacer nada?

No todos los católicos están informados que sí se puede hacer algo. Los fieles tienen derecho a dirigirse al sacerdote que falta a su deber, lo cual se podría hacer mediante un memorial.

Si persiste la conducta impropia del cardenal, entonces pueden dirigir su queja a la Conferencia Episcopal y al mismo Papa. Las puertas no están cerradas para que los católicos manifiesten una preocupación legítima por la fe.

La participación de los fieles en los problemas de la Iglesia es alentada por el Concilio Vaticano II, la cual se debería realizar siguiendo los pasos señalados.

Vídeo: Cipriani sigue ofendiendo a los católicos