“Voto por Humala por principios y valores”
Por Saúl Peña

El destacado psicoanalista Saúl Peña K., pionero del psicoanálisis en el Perú, maestro de muchos profesionales que ejercen, como él, el oficio de entender el inconciente humano, apoya a Ollanta Humala y lo hace públicamente. En esta entrevista expresa su enojo porque los opositores del candidato lo han convertido en depositario de todos los males y le desconocen su derecho a cambiar.

 

 
¿Dr. Peña, por qué hay que votar por Ollanta Humala?
Yo voto por Humala por principios y valores. Estoy en contra de las dictaduras, del autoritarismo, de la prepotencia, de los crímenes, la corrupción, la impunidad e inmunidad, y estoy a favor de los derechos humanos, de la libertad de expresión, de la democracia, de la inclusión social que no la veo incompatible con el desarrollo del país.
 
¿Qué respeta en la posición de Ollanta Humala?
Es una persona que tiene la aspiración de ser presidente del Perú y que ha logrado, no fácilmente, ser apoyado por un sector muy considerable de peruanos que buscan una modificación de la política tradicional. Esto ha generado y genera una resistencia a su proyecto; fundamentalmente en aspectos que sienten amenazantes. No ven que hay una dialéctica y un cambio gradual: ya no es el candidato radical que parecía ser al comienzo de su incursión en política. Ha habido, da la impresión, un proceso de maduración, de realidad y de unidad, compatible plenamente con la posibilidad de superar las brechas existentes y la pobreza y así lograr cambios sustantivos en pro del bienestar y la dignidad de los peruanos.
Es un hombre serio, no hace payasadas ni quiere ser el centro de la atención.
 
¿Qué le parece todo lo que dicen de Humala? ¿No le parece que estas elecciones están dominadas por el miedo?
¡Por supuesto! Es una campaña de terror, se asusta a la gente. Existe una interioridad “temerógena” y hay una disociación: niegan lo que realmente sucedió en el gobierno fujimorista. En estas elecciones, a diferencia de las pasadas que tuvieron reacciones de naturaleza emocional, hay una actitud con conciencia, premeditación, alevosía y ventaja en contra de Ollanta Humala. Con gran utilización de dinero, proyectando y adjudicando en el otro candidato lo que ellos mismos hicieron.
A Humala tratan de denigrarlo, lo hacen aparecer como un monstruo; lo satanizan y lo estigmatizan; le atribuyen todos los defectos habidos y por haber. Por otro lado, lo idealizan y le adjudican un poder capaz de hacer barbaridad y media. Es una fantasía destructiva, tanatofílica, falsa, exacerbada, doble. Lo han convertido en el depositario de todos los males del mundo.
 
¿Y lo de Chávez…?
No digo que no haya tenido relación con Chávez, que lo conozca, pero de ahí a considerar que deja de ser Ollanta y se vuelve un seudo Chávez, es otra de las fantasías que utilizan para exacerbar el temor.
 
¿Qué está pasando?
Muy sencillo, que él no adopta una actitud falsa, de maquillaje. Ollanta no puede dejar de ser Ollanta. Tiene derecho a ser él con sus potencialidades. Casi gana las elecciones pasadas y ha ganado la primera vuelta. No es gratuito.
 
¿Si es verdad que tiene potencialidades, no le parece legítimo que las comunique?
Y efectivamente las está comunicando, no solamente en el discurso de los Delfines y en las entrevistas que le han hecho. Además en el juramento tremendamente importante que hizo al país nada menos que en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

Habló de los derechos humanos, de la libertad de expresión y de prensa, de una política contra la corrupción, de que habrá cambios democráticos y que no permanecerá un día más después de su periodo presidencial.
 
Estamos hablando de Ollanta, pero él es parte de una organización, y hay muchas organizaciones de izquierda que lo están apoyando…

Y no podía ser menos. Siendo independiente, soy partidario de una izquierda creativa y estoy en contra del capitalismo salvaje. Pero creo que lo más importante no es la izquierda o la derecha sino la calidad y los valores de los seres humanos.
La gente pobre tiene una privación económica y nutritiva; pero existe también una privación afectiva, emocional, educativa, axiológica y ética, que sin justificarlo, la expone al narcotráfico, al contrabando, a la delincuencia, a la corrupción y al terrorismo.
 
¿Usted cree que organizaciones que no han evaluado su fracaso desde 1985 pueden ser un buen apoyo?
Yo creo que han sido un apoyo excelente desde el momento que ha ganado la primera vuelta. Y no hay que dejar de reconocer eso. Una vez que él ha ganado, la oposición ha intensificado la guerra. Ha asumido una actitud de ataques extremadamente destructivos.

Por el contrario, Javier Valle Riestra un tribuno, un hombre cultísimo, ha manifestado estar en contra de esta campaña de demolición hacia Humala. Y qué decir del coraje e integridad de Mario Vargas Llosa, nuestro Premio Nóbel. También es importante mencionar a Héctor Vargas Haya que escribió el significativo libro “184 años de corrupción en el Perú”; yo tuve el privilegio de escribir el prólogo.
 
Le estaba comentado sobre David y Goliat…
Soy partidario de los símbolos y de las similitudes. Pero en este momento aquí no se trata de David y Goliat. No creo. Aquí se trata de Humala y Fujimori, y los elementos de esta realidad: el clientelismo político a través de alimentos y plata, y por sugestión, a través de la anti campaña mediática. Da la impresión que el valor que más aprecian es el económico.
 
La política de Keiko Fujimori fortalece el individualismo y el poco amor por el Perú…
Yo no estoy diciendo que ella sea una mala persona. Lo que sí cuestiono mucho es que cuando su madre tuvo el valor de denunciar a su padre que la tenía presa y la torturó, Keiko Fujimori dijo que habría que jalarle las orejas a su madre.
 
¿Sigue siendo la ética la gran ausente en la política…?
Por lo menos en gran proporción.
 
¿Qué le tiene que decir Humala a los indecisos?
Que se informen y profundicen, que se guíen por su conciencia, sus principios y su moral y, por encima de todo, por el Perú.
 
¿Qué razones explican la polarización?
En estos momentos el valor más destacado, por razones pragmáticas de carencia afectiva, moral y educativa, es el interés inmediato y económico. A todos nos interesa, pero no en esa forma. A Ollanta lo ubican como el que va a quitar todo, y de la señora Fujimori convenientemente creen en su maquillaje.
 
¿Cree que Humala quiere ganar las elecciones?
Sí ¡Cómo no va a querer ganar!
 
Pero quiero insistir en una pregunta: ¿Qué le diría usted a los indecisos para que voten por Humala?
Que traten de aproximarse a su autenticidad, a su otredad, a su sentimiento por el Perú, integrando el conocimiento de nuestra historia, diferenciando lo que es, de lo que se cree que va a ser. Pero, sobre todo, asumiendo la responsabilidad que todos tenemos con nuestro país.