Por: Ubaldo Tejada Guerrero (*)

“Es un mito y una falsedad, decir que las comunidades nativas estamos a favor de la minería ilegal y la formalización, y que somos propiciadores de la depredación de nuestros territorios, cuando desde siempre lo hemos venido cuidando y preservando, y ahora lo defendemos de la intención gubernamental de legalizar, a través de los últimos decretos legislativos, las numerosas concesiones otorgadas a colonos mineros, en el interior de nuestros territorios titulados”.

 

(Federación Nativa del río Madre de Dios y Afluentes, FENAMAD).

Conga no solamente representa diseñar un Proyecto Sostenible Regional y una reivindicación para Cajamarca, sino alternativa  posible de iniciar un duro aprendizaje desde las bases, en todo el Perú, para cambiar la situación de derrotar a la coalición neoliberal derechista y realmente instaurar un gobierno soberano, patriótico, democrático, descentralizado, inclusivo y latinoamericanista, con un Proyecto Nacional de Desarrollo sustentable, que promueva la justicia social y el tránsito a la nueva república y el socialismo.

Lo anterior significa construir no solamente una alternativa puramente electoral de coyuntura, sino forjar una verdadera alternativa de largo aliento, unitaria, de frente amplio, como decía el líder de “Patria Roja” Alberto Moreno, “…evitar los caudillitos, los caudillos y los caudillasos”.

Por ello Sinesio López se equivoca cuando señala que “los partidos políticos están hechos para negociar, pero los movimientos sociales son movimientos de confrontación. En éste momento no hay partidos que puedan canalizar demandas…” (“La República-16/11/2011-Perú).

Vayamos por partes, pues hace mucho tiempo que las rondas campesinas, los frentes de defensa, los movimientos regionales, vienen luchando por cuerdas separadas de partidos de izquierda no renovados, que tienen la exigencia en el siglo XXI de comprender que está agonizando una república y está naciendo desde las comunidades andinas y selváticas una mejor comprensión del Perú y alternativas a una sociedad emergente.

Lo que está naciendo en el Perú en la expresión de los frentes y partidos regionales, es abrir la posibilidad de capacidad organizativa, programática, de proyectos y planes concretos a nivel regional, saber interpretar y vincularse a las necesidades reales de las bases, evitar las negociaciones en las cúpulas, el burocratismo y la renovación de cuadros, preferir las ventajas estratégicas a las coyunturales, la participación efectiva de las bases, capacidad de autocrítica, sujetarse a la fiscalización, conceder atención al esfuerzo colectivo y terminar con los líderes naturales. Es aquí donde la derecha desde Lima alienta la división en las luchas emergentes.

Recordemos que el 5 de Abril del 2,012 se cumplen mas de 20 años del golpe de Fujimori y la instauración por parte de los amantes del dinero de un “capitalismo salvaje” con el aumento de la demanda de los países asiáticos, particularmente China e India, y los subsidios de los Estados Unidos y países Europeos a la producción de etanol, donde la causas estructural es el modelo primario exportador vigente hasta hoy en el Perú.

Lo real es que el Perú profundo, el de las comunidades andinas y selváticas, sigue movilizado frente a una economía peruana fuertemente dependiente de la economía mundial, y en particular de la norteamericana que ha transnacionalizado las relaciones de producción.

“En los últimos años la población urbana ha pasado a ser del 65% al 70% del total y esta tendencia migrante es la que marca el Perú desde 1,940, cuando la población urbana apenas era el 35% del total.

En el mapa de la pobreza del Perú, desde la década de los 50´ se mantienen como los departamentos mas pobres: Huancavelica, Apurímac y Ayacucho, mientras Lima y Callao merced al centralismo mantienen mejores indicadores” (“Sabotaje al Perú”- Ubaldo Tejada)

Todo parte de comprender en el Perú, que las economías regionales emergentes, son expresión, del desarrollo capitalista profundamente desigual, que genera amplias diferencias en el desarrollo de la ciudad con relación al campo, en el desarrollo de las diferentes ramas productivas en su relación con las provincias y la capital.

El mensaje está claro: desarrollo del mercado interno, nacionalización de los recursos naturales y distribución del ingreso nacional; es aquí donde el Estado peruano debe recuperar la regulación y promoción de la actividad económica, para mantener un crecimiento sostenido, sustentable e incluyente, con pleno empleo y bienestar social.

La tendencia latinoamericana, es ir a un bloque regional para hacer frente a las poderosas economías modernas de dinámica global (G7), los cuales han tomado por asalto los mercados locales (petróleo, gas, ecología, biodiversidad, etc), cambiando de raíz los patrones de consumo, para ello el imperio, tiene necesidad de un nuevo escenario global de guerra en nuestro continente. Ello ha sido advertido con mucha claridad por James Petras y Noam Chomski.

Finalmente el modelo neoliberal es inviable en el planeta, por ello en el Perú, necesitamos nacionalizar los recursos naturales estratégicos, como condición determinante para los eslabonamientos productivos, la reconversión tecnológica y la competitividad y productividad del aparato industrial nacional; pero ello hace necesario establecer una nueva política económica y financiera.

La nueva política económica y financiera significa desarrollar una economía nacional independiente, y solidaria, que garantice la reconversión productiva, la competitividad global y el desarrollo integral y sostenido y sustentable del Perú.

(*)Analista Global – Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.