Por Desco
En la ciudad de Huancavelica se viene gestando con fuerza el proceso de revocación del presidente regional de Huancavelica Maciste Diaz Abad. Sin embargo, desde un punto de vista regional, este proceso viene perdiendo peso. En el mes de enero del presente año se han comprado siete kits desde la capital de la región, cuyos adquirentes fueron el profesor Ramón Godoy Lagones, ex presidente del Frente de Defensa de la región Huancavelica; el ciudadano Manuel Jaurapoma, abogado de profesión integrante activo del partido nacionalista, entre otros ciudadanos que se disputan el liderazgo de este proceso.
Después de los sucesos de junio del año 2011 en que la población en la ciudad de Huancavelica rechazó la creación de la Universidad Autónoma de Tayacaja por perjudicar el presupuesto de la Universidad Nacional de Huancavelica, los dirigentes del Frente de Defensa de la región perdieron credibilidad por no hacer cumplir los acuerdos que se tomaron en la mesa de diálogo creada para la solución de este conflicto. Ante esto, sus miembros llamaron a una asamblea para cambiar la directiva y a la vez conformar el comité pro revocación cuyos integrantes más visibles son los FONAVISTAS y la federación de estudiantes de la Universidad de Huancavelica.
El Frente de Defensa y Desarrollo de la Región Huancavelica aglutina a los sindicatos de los trabajadores del gobierno regional y provincial, obreros de construcción civil, miembros del SUTEP Huancavelica, a la federación de comunidades campesinas de Huancavelica FEDECH, a la federación de estudiantes de la Universidad Nacional de Huancavelica, y a los comerciantes del mercado de abastos, entre otros. Contando con actores tan diversos, se podría pensar que la revocación del presidente Díaz estaría cercana, pero no es así. La mayoría de gremios y asociaciones mencionadas están concentrados en la ciudad de Huancavelica, y han tenido dificultades históricas para articular a las siete provincias de la región.
Para lograr la revocación del presidente regional se necesitan aproximadamente 65.000 firmas, y, como hemos analizado, el actual proceso se basa en los intereses localistas generados a partir de acontecimientos que involucraban los intereses de la provincia de Huancavelica y no los de toda la región. Para plantear el proceso de revocación
de la máxima autoridad regional será necesario repensar cómo los gremios empiezan a tener mayor representatividad a nivel regional, involucrando los intereses de las diversas provincias y no solo de aquella donde se ubica la ciudad capital. Los promotores de la revocación están replicando el centralismo del Estado peruano a menor escala, lo cual no parece augurarles el éxito. Al parecer, una revocación no es el factor que logrará articular a quienes deberían contar con una cabal visión de la realidad de todo el territorio regional.