¿Cómo acceder al mercado laboral?
Por: Wilfredo Pérez Ruiz (*)
La búsqueda de un nuevo empleo es una tarea que puede demandar más tiempo del imaginado y, además, es una etapa llena de comprensibles incertidumbres y desafíos. Para enfrentar este proceso de cambio se recomienda considerar algunas pautas y sugerencias destinadas a facilitar una mejor colocación.
El mundo empresarial no está solamente regido por individuos con grandes conocimientos. Es un ámbito donde se requiere ampliar tecnologías, habilidades y cualidades personales. Este aspecto es central para desplegar y dar a conocer experiencias y pericias acumuladas que enriquecerán las opciones para acceder a un trabajo.
Es importante contemplar asuntos referidos a los visibles y frecuentes “desencuentros” existente entre el desarrollo e idoneidad del individuo y la imagen proyectada. Factor perjudicial para las probabilidades de reinserción en empresas en las que estos elementos son también evaluados. Por ejemplo, si una institución debe escoger entre dos candidatos con iguales saberes técnicos, pero uno de ellos tiene agradables cortesías, manejo adecuado de las formas, pulcra apariencia y usa con corrección los cubiertos en una mesa, probablemente elija al conocedor de tan básicas normas de etiqueta social.
En tal sentido, reafirmo lo expresado en mi artículo “Tips para una entrevista laboral”: “…Es habitual conocer a expertos que, desde el punto de vista de sus discernimientos, son talentosos. No obstante, existen factores negativos en su actuación que pueden constituirse en una severa traba para acceder al mercado profesional. Es conveniente desarrollar el autocontrol, elevar la autoestima, demostrar seguridad, poseer un perfil positivo, emplear afables modales, desenvolverse con facilidad y empatía, evidenciar nivel cultural, adecuada dicción en su comunicación y cordialidad durante la conversación. No olvide esta expresión: ‘No existe una segunda oportunidad, para causar una primera buena impresión’”.
Un componente importante es la permanente capacitación. El mercado laboral está sumergido en rápidas transformaciones que obligan a un constante entrenamiento y actualización. No recomiendo estudiar cantidad de cursos, seminarios, talleres, etc. sino buscar aquellos enlazados con su formación como especializaciones, diplomados, maestrías y afines. Escoja centros de enseñanza prestigiosos y con acreditada calidad educativa.
Otro paso son sus relaciones directas o mediante redes sociales. Las conexiones constituyen un activo que en cierto momento puede requerir. De allí la conveniencia de llevar acogedoras vinculaciones con familiares, amigos, ex compañeros de estudios, proveedores, entre otros públicos. Cada contacto aliméntelo con mensajes, informaciones, saludos en ocasiones especiales, etc. a fin de tener una presencia eficaz en las personas que pueden ayudar con su recomendación. Responda sus emails y llamadas telefónicas, concurra a actividades sociales, frecuente grupos de interés y haga más consistente su círculo de enlaces.
Preocúpese por forjar una sólida reputación que inspire confianza, credibilidad y respeto. No sirve de mucho contar con amplias vinculaciones si la honra es desfavorable. Es pertinente poseer una trayectoria de vida impecable y decente en cualquier ámbito. Un experto capaz, entrenado y admirado en el contexto laboral, que ha sido demandado por agresión o abandono de hogar, puede verse afectado en sus afanes de lograr una trascendente colocación. Su conducta refleja sus valores y principios y, por lo tanto, muestra su probable actuación en el escenario empresarial.
Confeccione un currículum con óptima redacción, diagramación y pulcritud. Asegúrese de no tener errores y elabórelo atractivo dentro de un marco de sobriedad. No es panfleto publicitario, como sucede en ciertos casos, sino un imprescindible instrumento de marketing personal. Prescinda de poner información innecesaria, redundante, tampoco lo que no pueda sustentar con documentos. Acuérdese que éste le consigue la cita de trabajo y en este instante usted deberá evidenciar sus mejores recursos.
Fíjese –con bastante detenimiento- en sus facultades y destrezas que podrían causar una excelente impresión. Presente con creatividad ese “valor agregado” suyo y que no siempre es exhibido con realce y nitidez. En la entrevista hable de sus talentos, muestre fluidez, serenidad, locuacidad y convencimiento. Esté persuadido de su valoración y transmítala. Deseche asumir actitudes sumisas, tímidas o temerosas. Evite -como lo dicho en anteriores notas- “idealizar” al entrevistador, no le tenga miedo, es un mortal como usted con virtudes y defectos. Nada más!
La motivación es bienvenida y servirá para alcanzar sus objetivos. Renueve sus ilusiones, esperanzas y expectativas. Recuerde su valía y el aporte que puede brindar y, en consecuencia, supere apatías y adversidades. Muestre felicidad emocional, ganas de progresar y forjar distintos horizontes de realización. En todo tiempo, circunstancia y lugar tenga presentes las sabias palabras del renombrado filósofo, poeta y escritor norteamericano Ralph Waldo Emerson: “La confianza en sí mismo es el primer secreto del éxito”.
(*) Docente, conferencista, periodista, consultor en organización de eventos, protocolo, imagen profesional y etiqueta social. http://wperezruiz.blogspot.com/