Alfredo Palacios Dongo

La Comisión de Ética del Congreso tiene actualmente 12 casos pendientes de revisión de Declaraciones Juradas de Vida (Hoja de Vida) de diferentes congresistas que han mentido u omitido datos con el fin de falsear la realidad, en los que se incluyen casos desde consignaciones de estudios universitarios, maestrías y grados académicos inexistentes, lugares de nacimiento, estado civil, hasta omisiones de procesos judiciales en trámite y condenas cumplidas y rehabilitadas, como la de los Congresistas del gobierno, Emiliano Apaza, que ocultó una condena por receptación agravada de contrabando, y Teófilo Gamarra, una sentencia por violencia familiar y alimentos, por lo que ambos deberían ser suspendidos en sus funciones por la Comisión de Ética y desaforados en el Pleno. Sin embargo, actualmente en la Comisión de Constitución del Congreso existe un proyecto que pretende evitar que la Comisión de ética vea casos cometidos antes de ser parlamentarios.

 

En octubre de 2005 se creó la Hoja de Vida (ley 28624), documento que debe ser presentado obligatoriamente  al Jurado Nacional de Elecciones (JNE) por aquellos ciudadanos que postulan a ocupar cargos de Presidente y Vicepresidentes de la República, Congreso, Parlamento Andino y cargos regionales y municipales, como un mecanismo de transparencia e información de los postulantes, para garantizar la idoneidad ética del ciudadano que ejercerá un cargo de elección popular. Lo que resulta realmente  increíble e indignante es que persista hasta la fecha el problema y existan tantos casos de falsedades consignados principalmente por congresistas.

Se han presentado infinidad de proyectos para tratar de mejorar este sistema de transparencia, tales como, modificar el Reglamento del Congreso para impedir que legisladores electos con procesos judiciales ejercieran funciones; también que las Hojas de Vida se presenten desde el momento en que se realicen elecciones internas en los partidos políticos, y hasta la unificación del plazo de inscripción de los candidatos a cualquier tipo de elección para que los Jurados Electorales Especiales dispongan de mayor tiempo de fiscalización, pero nada de ello se ha concretado porque dichos proyectos son encarpetados por los mismos congresistas.

En los pasados comicios generales, según el reglamento de inscripción ante el JNE, este organismo podía retirar la postulación de un candidato hasta un día antes de la elección si comprobaba que había consignado información falsa en su Hoja de Vida. El problema es que en ningún caso, desde el 2005, se ha dado esta situación y siempre las mentiras y omisiones son detectadas después que asumen sus funciones. En esta perspectiva, de comprobarse falsedades en la Hoja de Vida de cualquier congresista, debería ser destituido y reemplazado por su accesitario, y además, denunciado penalmente contra la fe pública.

Artículo de Alfredo Palacios Dongo, publicado en el diario EXPRESO, fecha 9 de junio de 2012.